Luego de varios meses de un duro conflicto, con acciones decididas en democráticas asambleas y respaldadas en el acampe del sector, ha llegado a su fin la lucha docente en la provincia de Misiones. Los trabajadores de la tiza lograron arrancarle al gobierno de Passalacqua un acuerdo que, si bien todavía no está del todo claro desde el punto de vista económico, reconoce varias de las demandas que levantaban los docentes.
Quienes firmamos estas líneas, nos ubicamos en la vereda de enfrente del gobierno de Milei, que pretende consolidar y profundizar globalmente la ofensiva burguesa contra una amplia gama de aspectos de la vida de las mayorías
Nada más lejos de eso. Milei, pese su incurable mediocridad, apenas es capaz de recitar de memoria un solo pensamiento, el libertario, de una sola ciencia, la economía, todo el resto se lo deja a los equipos que importó del tercero en las elecciones, sin embargo, su gobierno tiene una lógica muy consistente.
Durante años, la rabia acumulada por los sectores medios y bajos de la sociedad fue creciendo y acumulándose producto de sucesivos gobiernos que, mientras se inflamaban con discursos a favor de las necesidades populares, provocaron el hundimiento social de estos mismos sectores que supuestamente defendía, mientras beneficiaba ostensiblemente a los empresarios y terratenientes.
El 24 de mayo, bajo las órdenes del gobernador Sáenz, la policía reprimió duramente a docentes y personal de salud en el ex peaje de Aunor, a la entrada de la ciudad. El mismo accionar brutal se repitió al día siguiente. El reclamo puntual era por recomposición salarial, y era parte de una lucha que lleva semanas. Balas de gomas, bastonazos y cacería de manifestantes que dejó un saldo de 19 detenidos.