Perú: «LA SUMA DE TODAS LAS BRONCAS»

Charla con Javier Torres Seoane, antropólogo y director del portal Noticias Ser de Lima.
Con la destitución del presidente Pedro Castillo del Perú, no solo se ha profundizado la crisis política de ese país, sino que ha abierto gran proceso de movilización contra el nuevo gobierno y el regimen, quienes no han dudado en reprimir salvajemente, represión que lleva ya más de 50 muertos y centenares de heridos.

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Hace algunas semanas fue destituido el presidente Pedro Castillo por el Congreso de Perú.  Esto ha abierto un proceso de movilización nacional de trabajadores y sectores populares sobre todo del Perú profundo. En respuesta a esto, se inició un proceso represivo que ya lleva más de 50 muertos, y que prometen ser muchos más con la decisión de sacar a las Fuerzas Armadas peruanas a las calles.

El día de ayer nos enterábamos de la muerte de Celeste Lepratti, reconocida militante por los Derechos Humanos, hermana del «Pocho» Lepratti, asesinado en Rosario durante la represión del 19 de diciembre de 2001. Como homenaje, volvemos a publicar la entrevista que le hiciéramos en diciembre de 2021, al cumplirse 20 años de la rebelión de 2001.

Como ya reflejamos en otras notas, la película Argentina 1985, sobre el juicio a las Juntas Militares, demostró que la herida abierta por la dictadura militar sigue doliendo en la sociedad argentina, abriendo un debate sobre los diferentes miradas del tema, que obviamente incluye al propio film.
En este caso, presentamos una entrevista que hiciéramos a Rubén Plataneo, cineasta y también militante en defensa de los derechos humanos.

Argentina 1985 se ha convertido  en un éxito de taquilla con más de un millón de entradas vendidas, y seguramente también tendrá un éxito importante en las plataformas. Justo es decir que ha generado un debate, sobre todo en sectores militantes de derechos humanos  e intelectuales y quizás también, aunque más dudoso, en el denominado “gran público”. Si bien todo hecho artístico expresa razones ideológicas, inevitablemente, como Argentina 1985 aborda hechos históricos recientes desde determinadas miradas políticas, merece no solo una crítica estética, sino una clara delimitación de estas miradas.

Casi 15 días han pasado de aquel jueves 6 de octubre en que los hinchas triperos -así se autodenominan y son reconocidos los simpatizantes de Gimnasia y Esgrima de La Plata- se acercaron a su estadio para vivir una fiesta. Familias enteras, jóvenes parejas con sus pequeños hijos de la mano o aun en brazos; todos esperaban un eventual triunfo de su equipo que los acercaría al tope de la tabla, habilitándolos a soñar con ese campeonato que les coqueteó en varias ocasiones pero que nunca pudieron consumar. Iban con la sensación de que si ellos ponían todo desde las tribunas, los jugadores en la cancha sentirían ese jugador extra y tal vez, esta vez sí, el milagro alumbrara. Iban armados solo con la pasión y las banderas, inocentes, a disfrutar de las pocas cosas en que los sectores populares pueden encontrar disfrute por estos días. Nadie esperaba la represión furiosa y artera que estaban a punto de sufrir.

Compartimos con nuestrxs lectores los testimonios que pudimos recabar sobre las comunidades mapuche de Villa Mascardi, después del violento desalojo por parte del estado nacional en el mismo lugar donde, en 2017, personal de la Prefectura asesinaba por la espalda a Rafael Nahuel; y en medio de una nueva campaña mediática de criminalización contra elles. A espera de más novedades y del cese de la represión y la criminalización.