No digo nada nuevo si digo que los trabajadores – y especialmente los trabajadores jubilados – son el blanco predilecto de los ajustadores. 

El reciente veto al paupérrimo aumento que los legisladores habían concedido a los jubilados nacionales, fue una muestra más de que estos “motochorros vip” privilegian a la tercera edad como víctimas de sus correrías.

Despliegues militaristas, declaraciones homofóbicas y xenófobas; abierta reivindicación del terrorismo de estado y los genocidas; represiones brutales, detenciones arbitrarias, armado de causas. Desde la asunción del gobierno de Milei, estos hechos se vienen repitiendo constantemente. Hablamos con Érika Lederer, miembro de Asamblea Desobediente y defensora de los DD.HH. sobre este ambiente represivo, simbólico y material.

Si bien casi toda la opinión pública considera que el gobierno de Milei es muy sólido y, en consecuencia, puede ser exitoso y duradero, en este trabajo voy a postular la idea que, si bien lo parece, en el fondo, es particularmente frágil y cuando se active la agitación de los sectores de población afectada, que son muchos, no tendrá respuesta que darle y la posibilidad de la caída o por lo menos, descomposición del régimen es una posibilidad no tan remota. La reciente aprobación de la ley de bases, no resuelve, en absoluto, su debilidad estructural.

Luego de varios meses de un duro conflicto, con acciones decididas en democráticas asambleas y respaldadas en el acampe del sector, ha llegado a su fin la lucha docente en la provincia de Misiones. Los trabajadores de la tiza lograron arrancarle al gobierno de Passalacqua un acuerdo que, si bien todavía no está del todo claro desde el punto de vista económico, reconoce varias de las demandas que levantaban los docentes.

Por Laura Badaloni, Doctora en Historia por la Universidad Nacional de Córdoba. Profesional de Apoyo a la Investigación en el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y docente de la Universidad Nacional de Rosario. En 2022 publicó el libro “Ferroviarios del Central Argentino. La conformación de un colectivo de trabajadores (1902-1933)”.

Durante años, la rabia acumulada por los sectores medios y bajos de la sociedad fue creciendo y acumulándose producto de sucesivos gobiernos que, mientras se inflamaban con discursos a favor de las necesidades populares, provocaron el hundimiento social de estos mismos sectores que supuestamente defendía, mientras beneficiaba ostensiblemente a los empresarios y terratenientes.