Quienes llevamos  muchos años en la cordillera chubutense vemos que la presencia del fuego durante los veranos es cada vez más frecuente y también más voraz. Tenemos la certeza de que los incendios cuestan vidas de animales, de bosque, de personas, y cuestan salud porque aunque no nos alcance la muerte nos atrapan la angustia y el dolor.

En Corrientes ya se quemaron casi 800 mil hectáreas, el 9% de la superficie provincial, y la sequía de lluvias continúa. Emilio Spataro es investigador y activista en defensa de los bosques desde hace casi dos décadas, inspirador del grupo Guardianes del Iberá y coordinador de la Campaña Bosques y Biodiversidad de la organización no gubernamental Amigos de la Tierra, y en esta nota para lavaca divide en tres actos la actualidad del trágico escenario correntino. El monocultivo, la política, las corporaciones, las prevenciones ignoradas. Y la respuesta social ante el desastre.