Finalmente, los Republicanos y Trump ganaron en toda la línea. Aventajaron a los Demócratas en casi seis millones de votos populares; en 295 a 226 votos electorales; ganaron 3 senadores para tener una mayoría de 52 en el futuro Senado; su bancada en diputados aumentó a 190 contra 172; y 27 gobernadores sobre 50 serán republicanos. Considerando que los trumpistas han sido acusados de incitar a un golpe de estado y que su portaestandarte ha sido procesado cuatro veces, además de que insisten en su fascismo y en que es un títere de Putin (y un criptocomunista), la verdad es que les fue muy bien.