El fútbol es algo más que un deporte, para los argentinos y buena parte de la población mundial, este juego despierta pasiones y emociones. Pero como contracara de esto, el balompié es un enorme negocio capitalista, y bastante sucio por cierto. En los últimos meses el gobierno de Milei habilitó las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) lo que, presumiblemente, terminará siendo un nuevo descenso en el fango. Pero para aclarar esta cuestión, entrevistamos a Pablo Alabarcés, que es licenciado en Letras, sociólogo y autor de infinidad de libros, muchos con temáticas ancladas en el fútbol su universo. Además es profesor en la carrera de Comunicación Social.