Artículo publicado en el blog Miguel Espinaco – Cosas para leer

Por Miguel Espinaco 

No digo nada nuevo si digo que los trabajadores – y especialmente los trabajadores jubilados – son el blanco predilecto de los ajustadores. 

El reciente veto al paupérrimo aumento que los legisladores habían concedido a los jubilados nacionales, fue una muestra más de que estos “motochorros vip” privilegian a la tercera edad como víctimas de sus correrías.  

Ya en una nota publicada en el mes de junio (La Pizza de los Jubilados 09/06/2024)  habíamos llegado a la conclusión de que cada jubilado que cobra la mínima, había dejado de percibir $ 135.000 en seis meses.  Ese número siguió creciendo y hoy llegó a $ 155.200, aún si no contamos lo que se paga de más por remedios, después de que PAMI achicara abruptamente la lista de medicamentos gratuitos.

Pero en esta nota voy a hablar de Santa Fe que tiene también su Milei y que se apellida Pullaro.

El Maxi Pullaro asumió su cargo de gobernador en diciembre pasado con ínfulas de “progresista”, pero eso le duró bien poco.  En estos meses bajó salarios estatales y estableció un presentismo a modo de chantaje para que los maestros aceptaran las pérdidas salariales, mientras con la otra mano les prometía el oro y el moro empresarios ligados a los puertos del sur de la provincia, que juntan la plata en pala.

Por estos días se está ocupando de meter mano en los bolsillos de los trabajadores estatales y de los jubilados provinciales, haciendo votar una reforma jubilatoria que es en realidad un catálogo de descuentos que operan como disminuciones de sueldos y jubilaciones, algunos de ellos bien visibles y otros no tanto, escondidos en la siempre complicada redacción de la ley.

Digamos que, aprovechándose de las mayorías con que cuenta en las cámaras legislativas y de la vergonzosa complicidad de las dirigencias sindicales – ATE y UPCN han hecho casi nada para poner en pie de guerra a sus asaltados afiliados – ya ha obtenido la media sanción de la Cámara de Senadores y va por estos días por una maratónica confirmación en la Cámara de Diputados.

El proyecto de la ya casi ley incluye variados contenidos, como el aplastamiento de muchos derechos de los trabajadores docentes para gozar de un régimen especial, justificado por el tipo de tareas que realizan – derechos hasta hoy reconocidos en la vigente ley 6915 – o con pequeños detalles que parecen casi banales pero que apuntan todos a que los trabajadores demoren su acceso a la jubilación, como impedir que el exceso de edad pueda compensar el faltante de años de servicio, o como dejar de computar las fracciones de seis meses o más como años enteros.

Es mucho, así que en esta nota me centraré en los descuentos que apuntan a recortar salarios y jubilaciones.

Algunos se ven a simple vista y otros no tanto.  Acá los tenés.

Catálogo de descuentos

  1. Para Jubilados
  1. Empecemos por el más sonado, el aporte solidario que dicen durará lo que dure la emergencia, pero andá a saber.  Está en el artículo 2 del proyecto y se le va a cobrar a los jubilados que ganen más de $ 1.140.000, o sea a los que son apenas algo menos que pobres.  En esa escala creciente, a un jubilado que cobre $ 1.500.000 le descontarán $ 30.000 más (o sea le bajarán $ 30.000 la jubilación) y a uno que cobre $ 2.500.000, le recortarán $ 100.000. 
  2. El llamado aporte de ingreso está en el artículo 7 del proyecto y significa lisa y llanamente que no van a pagarte el primer mes de jubilación.   Será como una especie de cuota de entrada al servicio jubilatorio, que vas a poder pagar en 12 cuotas actualizables.  El primer mes afuera!!!, diría Milei.
  3. El recorte de la base de cálculo para la jubilación inicial está estipulado en el artículo 9.  Ya la jubilación no se calculará directamente en relación a los últimos 120 sueldos actualizados, sino que ese valor va a ser previamente recortado nada menos que un 20%.  Después eso lo compensarán parcialmente con un valor relacionado al sueldo mínimo, pero el resultado final va a ser siempre cobrar menos.
  4. El recorte porcentual para la jubilación inicial opera en el mismo sentido que el anterior, pero bajando el porcentaje.  Con los requerimientos mínimos (60 o 65 años según el caso y 30 años de servicio) la jubilación inicial será el 70% (antes era el 72%).  De este modo, para llegar al famoso 82% habrá que computar por lo menos 36 años de servicio. 
  5. Baja de las pensiones que resulten de la muerte del jubilado.  Serán del 70% (hasta ahora es del 75%)
  6. Y por último un descuento casi oculto que puede ser el más importante. El artículo 10 cambia la movilidad, o sea el traslado directo de los aumentos para los activos, para que la jubilación mantenga la proporcionalidad, se retrasa a 60 días.  Eso significa que, si hoy los activos obtienen un aumento, los jubilados lo cobrarán recién dentro de dos meses.  Con una inflación que parece estabilizarse en alrededor de 4% mensual que deriva en aumentos de sueldos similares, esto significa un descuento de casi el 10% en las jubilaciones.  Obviamente si la inflación vuelve a acelerarse, el recorte puede llegar a ser brutal.
  • Para personal activo
  1. Lo primero que salta a la vista en el caso del personal activo, es la suba de los aportes.  Esto puede leerse en el artículo 5 que establece esos aportes con una escala que arranca del 15,5% y termina en el 21% (actualmente es del 14,5%), escala que – vale la pena aclararlo – no es para la “emergencia”, sino que se establece como una modificación definitiva de la ley.  Con estos números, quien cobra $ 500.000, aportará $ 5.000 más (dicho de otro modo, le bajarán el sueldo $ 5.000), quien cobra $ 1.500.000 aportará $ 55.000 más y el que llegue a los $ 2.500.000 sufrirá un descuento incrementado en $ 110.000.
  2. A más de esto digamos que el artículo 20 aumenta entre uno y dos puntos porcentuales los aportes para el cómputo diferenciado.
  3. Y por último y para que veas que no se puede negar que pusieron mucha creatividad, anotemos que en el artículo 8 inventaron un aporte de progreso, que se traduce en que, si te ascienden de categoría, se quedan con el importe de tu primer mes de aumento.   Eso sí, te van a dejar pagarlo en seis cuotas actualizables.

¿No hay plata?

La excusa es como siempre que el presupuesto, que el déficit y que la mar en coche, y ya se sabe que decir eso en Argentina – país lleno de millonarios de muchos millones de dólares – es un poco insostenible.  Pero decirlo en Santa Fe ya es casi una locura.

Primero, porque el mismísimo gobernador Pullaro acaba de decir en una reunión con empresarios que ya tiene “cuentas equilibradas” en el estado provincial ¿Cómo se justifica, entonces, la dichosa “emergencia”?

Segundo, porque desde la provincia de Santa Fe se exportan productos por millones de dólares. Un dato de abril de 2024 cuenta que las exportaciones por aduana de origen de la provincia de Santa Fe alcanzaron los U$S 2.489.000.000, casi un 15 % más que en abril de 2023.  Esta reforma, este gigantesco robo a trabajadores jubilados y activos es para que Pullaro se “ahorre” unos U$S 8.000.000 de dólares por mes, apenas un 0,4% de lo que facturan los empresarios exportadores, fundamentalmente ligados al polo cerealero.

Y tercero porque el llamado déficit de la caja no sería tal si Pullaro cobrara a la Nación lo que la Nación le debe: “hoy calculamos que Santa Fe es acreedora de Nación por aproximadamente 800.000 millones de pesos. En lo que va del 2024 la deuda alcanza 172.000 millones de pesos, ya mucho más que todo el 2023“, reconocía hace apenas un par de meses, el Secretario de Seguridad Social de Santa Fe Jorge Boasso.

Detrás de todos estos números casi inimaginables para un trabajador estatal o para un jubilado hay empresas que la juntan en pala, hay muchos empresarios de carne y hueso a los que ni siquiera les imponen que paguen el impuesto a los ingresos brutos y hay un gobernador que prefiere seguir siendo amigo de Milei, antes de reclamarle la millonaria deuda de la Nación con la Provincia.

Y todo eso, mientras a vos te saquean.