A nadie que sea lector habitual de este medio se le escapa que quienes hacemos Borrador Definitivo tratamos de expresar nuestra visión sobre la realidad, en especial en lo ateniente a los pueblos que luchan por su emancipación política y social. Hoy el mundo es sacudido por la invasión de tropas rusas a Ucrania como un salto más de un largo proceso de conflictos e intereses en la zona. Es por ello que, más allá de la distancia y el relativo desconocimiento de los detalles, nos vemos ante la necesidad de expresar una postura grupal ante la situación.
El debate abierto con la invasión rusa a Ucrania tiene suma importancia entre quienes luchamos por la liquidación del capitalismo y excede las fronteras ucranianas o rusas. Nos ubicamos no obstante con quienes consideran que este conflicto viene gestándose desde hace años y por distintas circunstancias, sobre todo por los intereses de distintas alas de las burguesías nacionales y multinacionales, expresadas a través de los estados burgueses.
Como siempre en estos casos, no está de más tomar consciencia de nuestros límites para conocer la profundidad de los procesos. De ahí que nuestro posicionamiento no significa de modo alguno una verdad absoluta o la pretensión de “dar línea” al respecto. Justamente por lo dicho es que, con esta pequeña nota, abrimos un dossier con artículos propios y ajenos que nos permitan entender este conflicto en un escenario global y particular muy complejo.
Saliendo del binarismo de malos-buenos que reflejan muchos medios de comunicación, además de la mayor parte de las fuerzas políticas, vemos que este conflicto es un emergente de una realidad marcada a nivel mundial por la puja comercial entre EE.UU. y China (y su aliado Rusia), y por el intento de EE.UU. de recuperar sus ofensivas políticas y militares después de la prematura retirada de sus tropas de Afganistán, ya sea directamente o a través de la OTAN. Esto además de la necesidad de pensar en la crisis económica agravada por el Covid, en las distintas políticas y crisis de los estados europeos y en la existencia de regímenes ultra reaccionarios no solo en Ucrania sino en países como Kazajistán y en la propia Rusia de Putin, tendencia que viene en alza desde hace unas décadas, con la multiplicación de grupos neofascistas en varios países europeos, cada vez con mayor influencia.
También creemos necesario considerar los telones de fondo que funcionan como la base material de este conflicto, como las exportaciones de gas de Rusia al resto de Europa; las disputas imperialistas por monopolizar los recursos naturales de la región, las influencias económicas de uno y otro lado de la línea de fuego, y las necesidades geopolíticas al respecto.
Más allá de la necesidad de profundizar sobre estas cuestiones es más que evidente que, una vez más, el capitalismo, a través de sus personeros de uno y otro lado de las trincheras, nos lleva a guerras y desastres que indefectiblemente pagarán los pueblos. Y esto no es un descubrimiento novedoso, recordemos que muchos de estos actores llevaron la muerte y la destrucción a Siria en el pasado reciente y a distintos países a los largo de la historia.
Por ello es que, más allá de las especulaciones de juegos de ajedrez que hacen muchos, opinamos que no hay campos ni bloques progresistas en este conflicto. Ya que está sobradamente demostrado por la historia que cualquier medida que tomen los gobiernos o alianzas al servicio del capital, de fondo será contra los trabajadores y los pueblos (no solo de Ucrania sino también de Rusia y del resto del mundo si es que la violencia sigue creciendo), quienes pagarán indefectiblemente y una vez más esta escalada belicista.
Con este convencimiento es que nos posicionamos en contra de esta guerra entre dos regímenes profundamente burgueses, reaccionarios y represores, a los cuales las masas deben combatir. Porque no creemos que una salida progresista vaya a venir de la mano ni del gobierno ucraniano títere de EE.UU., ni de la Rusia imperialista del belicista y homofóbico Putin. Es por eso que bregamos por la unidad internacionalista de las clases trabajadoras para enfrentar la guerra y a estos regímenes. Porque es nuestra más profunda convicción que, en este caso como en tantos otros, solo la unidad de toda la clase trabajadora y los pueblos, auto organizados contra el imperialismo y el capitalismo, puede construir una salida por un mundo sin explotación, sin saqueo y sin desigualdades. La paz no puede ser asegurada sin la autodeterminación de los pueblos y la más amplia defensa de las libertades democráticas.
Quienes conformamos este espacio hemos repudiado sistemáticamente las guerras e intervenciones a países por parte de la maquinaria guerrera de EE.UU. y sus socios de la OTAN, los golpes de estado promovidos por ellos, las invasiones y bombardeos a países como Siria o Yemen entre muchos, de las que alguna vez Rusia también fue partícipe. Nos sentimos parte de todos aquellos y aquellas que luchan por la destrucción de la OTAN y el desmantelamiento de todas las bases militares establecidas por las potencias imperiales en todo el mundo. Repudiamos las políticas genocidas del estado sionista de Israel contra el pueblo palestino. Pero también levantamos la voz contra la represión a etnias religiosas llevada adelante por los jerarcas del estado chino o la represión al pueblo checheno (entre otros) por parte de la imperial Rusia.
Es debido a esta militancia consecuente por la paz entre los pueblos quedecimos categóricamente “¡NO A LA GUERRA!”. Y para ello entendemos que lo principal y urgente es el retiro de todas las tropas rusas del territorio ucraniano.
Al mismo tiempo, y en vistas del carácter profundamente reaccionario y represivo del régimen de Putin (que parece ridículo que aun haya personas que asocien con la URSS), apoyamos las manifestaciones contra la intervención, llevadas adelante por sectores del pueblo ruso, que vienen siendo brutalmente reprimidas y sus participantes detenidos.
Pero como también entendemos que el conflicto no se limita a los dos países en disputa, sino que, como dijimos arriba, está anclado en un contexto global complejo, comprendemos que también es menester manifestarse por el desmantelamiento de la OTAN y la desmilitarización de la zona. Y por el retiro del imperialista EE.UU. de Europa y de todo el mundo, incluida América Latina.
Es una profunda aspiración de quienes participamos de este medio de prensa, la unidad de las clases trabajadoras y los pueblos contra la guerra y para enfrentar a sus gobiernos capitalistas, reaccionarios y represores, mediante la autodeterminación y la auto organización democrática, como ya lo vienen haciendo los pueblos por otras causas.
CONTRA LA GUERRA, PROLETARIOS DEL MUNDO, UNÍOS.
Equipo Borrador Definitivo
San Nicolás – Rosario