La pampa comienza a extremecerse (sic). Son extremecimientos de oro y fuego, riqueza y miseria, alegría y dolor. La pampa siente el dolor de su vientre henchido, pronto a reventar en un mar de espigas doradas. La pampa, bajo el sol, bajo este sol ardiente, tiene la belleza de todo lo que comienza a ser trágico.”
Luis Di Filippo, La Protesta, 10.12.1920.

Artículo publicado en terrapalabra. historias encontradas. Lo compartimos aquí con utorización de su autor, a quien agradecemos, y bajo promesa de que éste sea sólo una de muchas historias del movimiento obrero.


Por Hernán Scandizzo *

El 11 de diciembre de 1920 fue asesinado en Tres Lomas el obrero anarquista Martiniano Reynoso,1 su matador fue el sargento Filiguera… Así, sin un nombre que lo nombre, ‘sargento Filiguera’. El auxiliar a cargo del destacamento policial, Atilio Fernández, le dio la orden. Filiguera, 38 en mano, avanzó entre la multitud concentrada frente a la comisaría para exigir la liberación de García, un propagandista de la FORA Comunista llegado desde General Pico. (Guillermo Donari, autor del artículo que tomamos de referencia, habla de García, a secas, pero lo podemos nombrar por su nombre, Isidro García, sin charreteras). Como cazador furtivo, Filiguera primero buscó a Juan Faracovi y le disparó, el jornalero italiano cayó, estaba herido en el brazo derecho, a la altura del codo. El policía lo dio por muerto y siguió. Lo buscó a Reynoso y lo fusiló por la espalda.2 Mientras la multitud, unas 600 u 800 personas, se dispersaba en medio de las descargas realizadas por un escuadrón de la gendarmería volante. El cronista asegura que las y los trabajadores estaban desarmados.

Con más detalles y tensión narrativa, el historiador treslomense Guillermo Donari describe los hechos. En su artículo destaca que “ni a los estancieros, ni a los chacareros, ni al radicalismo gobernante” en Carlos Pellegrini, distrito al que entonces pertenecía Tres Lomas, le gustó que los obreros se organizaran y plantearan sus demandas.3 Enmarca los hechos en el proceso de lucha de los trabajadores rurales que sacudió las pampas entre 1918 y 1921 y centra su relato en las figuras de Faracovi, Reynoso y Josefa o Francisca Santos – La Mozona –,4 a quienes presenta como artífices de esa movilización. Faracovi y Reynoso son los anarquistas locales que promueven la organización de los trabajadores, por eso Filiguera los busca y los caza. Mientras que La Mozona es una mujer con un temple particular, capaz de arengar al pueblo y enfrentar sin titubeos a la autoridad (vista uniforme o no).

“La movilización anarquista había tomado fuerza en Tres Lomas tiempo atrás para finalmente concretarse el 11 de diciembre de 1920, escasos días antes de iniciarse la campaña de cosecha de trigo en nuestra zona.
(…) En José María Blanco5, estación Tres Lomas – como en toda la pampa húmeda – chacareros y peones eran sometidos ambos a un sistema de explotación que los embrutecía y mantenía siempre pobres.
Los chacareros – arrendatarios eran sometidos por la voluntad y organización del arrendatario principal, que a su vez pactaba con el terrateniente, obteniendo un rédito de esa intermediación.
Y los peones, braceros y estibadores, resultaban sometidos tanto por los terratenientes como por los chacareros y empleadores. Triste destino el de estos trabajadores, sometidos por los ya sometidos, constituían el eslabón más débil de la cadena de injusticias propia de la forma de trabajo que en esa época tenía lugar en estos campos.”6

Ese diciembre los trabajadores rurales de Tres Lomas plantearon una demanda que, en términos generales, “daba cuenta de la explotación a la que año a año eran sometidos”. Según la reconstrucción realizada por Donari, la tensión escaló con la llegada de García, “un dirigente anarquista de renombre”. Fernández, el auxiliar a cargo de la comisaría local, recibió la orden de arrestar a García porque era “peligroso”, no se debía permitir que realizara “su actividad proselitista entre los trabajadores de la cosecha que en gran cantidad se agolpaban en las inmediaciones de la estación”.7

“Sin miramientos, con la sola acusación de perturbar el orden social, [Fernández] detuvo al dirigente García (…)
Lo que el jefe policial treslomense no calculó, fue la reacción de los dirigentes locales que ante el encarcelamiento de su compañero, decidieron organizar una manifestación para reclamar su liberación o en su defecto tomar la comisaría y liberarlo ellos mismos.”8

Hasta aquí el relato de Donari, lo que sigue corre por cuenta de la prensa libertaria de esos años.

«Reunión de agricultores en la conferencia pronunciada por el secretario de la Liga Agraria señor Antonio Buirea» (Revista Fray Mocho, 10 de octubre de 1913.)

La escaramuza

En noviembre el conflicto ya se palpitaba en Tres Lomas, el domingo 21 la sociedad obrera de Oficios Varios, adherida a la FORA Comunista, convocó a una conferencia pública en la plaza de la localidad para dar a conocer “el camino a seguir para imponer el respeto por los derechos de los productores [los trabajadores], pisoteados en todos los tiempos”. En la breve nota publicada en el diario Tribuna Obrera, de Buenos Aires, se aclaraba: “Los oradores, obreros todos, explicarán claramente las causas de la esclavitud y los medios de que debe valerse el pueblo para llegar a su completa emancipación”.9

Si bien la convocatoria era impulsada por Oficios Varios, en las semanas siguientes la orientación del conflicto estuvo a cargo de la sección local de la Unión de Trabajadores Agrícolas (UTA), también adherida a la FORA Comunista, que fue fundada en esos días a instancias de García. Desde la UTA se desplegó una intensa labor de propaganda, mil quinientos manifiestos fueron distribuidos en el Tres Lomas, que tenía una población estable de dos mil habitantes.10

Qué sucedió entre el acto realizado el domingo 21 de noviembre y el trágico sábado 11 de diciembre. Cómo escaló el conflicto. José Vidal Mata, entonces integrante del Comité Central de la UTA, dio una versión de lo ocurrido diferente a la de Donari, quizá complementaria, en un artículo publicado en Bandera Proletaria, el periódico de la Unión Sindical Argentina.

“Invitados por la seccional de la U.T.A. (Unión trabajadores agrícolas) fuimos a Tres Lomas, centro agrario de los más importantes del oeste de Buenos Aires. El pueblo estaba ocupado militarmente. En una reunión habida entre braceros y colonos queda solucionado el conflicto. El arreglo se hace un domingo, después de realizar un acto público en la plaza, rodeados de gendarmes armados a wínchester. Los ataques de los oradores fueron dirigidos contra el capitalismo de la tierra y el comercio acaparador.
El lunes tomamos el tren de regreso a la capital. Nos esperaba un telegrama con la inesperada noticia de que había sido clausurado el local y preso el secretario de la seccional de la U.T.A. La reacción comenzaba a desencadenarse cuando el conflicto estaba terminado, cuando la mayoría de los agricultores habían formado las cuadrillas con personal asociado. Las medidas de represión indignaron a los trabajadores que se dirigieron, con un grupo de mujeres, a pedir la libertad del secretario. Se suscitó un tiroteo en que perdió la vida un obrero.”11

Si el conflicto fue solucionado un domingo y el lunes clausuraron el local de la UTA y detuvieron a su secretario, es poco probable que en un clima de indignación los trabajadores hayan esperado cinco días, hasta el sábado 11 de diciembre, para manifestarse. Es posible que la memoria haya traicionado a Vidal Mata, que escribió el artículo ocho años después del asesinato de Reynoso. Más allá de este detalle, del testimonio del referente obrero surgen varios datos relevantes, la represión posterior al acuerdo entre chacareros y trabajadores rurales, y Las Mozonas. Josefa o Francisca Santos no era la única mujer que reclamaba la libertad de García, sino que era “un grupo de mujeres”. (Aunque quizá no todas arengaban a sus camaradas: “tengan cojones, tengan cojones”, como cuentan que gritaba, cuando la manifestación se detenía amedrentada por las fuerzas de seguridad. Quizá no todas increpaban al milico del pueblo al grito: “Tu no tienes vergüenza, tira la ropa, asqueroso”, como cuentan que gritaba. O quizá sí, pero la figura de La Mozona llegó hasta el presente por su temple.12)

Josefa o Francisca Santos de Prieto, La Mozona, años después del asesinato de Reynoso. Gentileza Museo Histórico Municipal de Tres Lomas

Artífices

En otro artículo, publicado unos en 1923, Vidal Mata reivindica la actuación de Isidro García en Tres Lomas y aporta otros datos de lo sucedido.

“Hemos visto cómo este camarada [Isidro García] llegó a esta capital [Buenos Aires], en aquel entonces. En qué estado calamitoso se presentó al Comité de la U.T.A. y al Consejo de la F.O.R.A. Venía huyendo de la ‘fiebre amarilla’ (léase gendarmería volante). Hirsuto, jadeante, desechas y cubiertas de polvo de los caminos las ropas, nos visita, no abatido sino jovial y optimista. Era ‘el peligroso agitador’, el orientador de un movimiento huelguista, que los diarios grandes recomendaban a las autoridades. Este amigo, tuvo que andar a salto de mata y a campo traviesa después de la masacre acaecida y perpetrada en Tres Lomas por los sicarios del capitalismo rural representado por los terratenientes Marcaida, Zubiriaga (sic) y ‘El Capitán’. En esta escaramuza perdió la vida el compañero Martín Reynoso, un militante activo del local Nro. 47 de la U.T.A. del que fué fundador Isidro García, el camarada perseguido por los trigales y rastrojos por cuarenta esbirros de la gendarmería de La Plata”.13

De la lectura del testimonio surge una duda, ¿era Isidro García el detenido por el que se movilizaron? Si lo era, al parecer fue liberado después del asesinato de Reynoso, pero continuó su persecución. En esas líneas Vidal Mata suma otros nombres a la lista de los que, según Donari, no les gustó que los obreros se organizaran y plantearan sus demandas. Marcaida, más precisamente la firma comercial Marcaida, Olagorta y Cía; Zubiriaga, en realidad Francisco Zubillaga, arrendatario principal de la estancia La Grande del Sud, que subarrendaba a los colonos; y ‘El Capitán’, que posiblemente se trate de Juan Closas, que Donari menciona como ‘El Coronel’14.

Algunos de estos nombres también aparecieron en otra nota en la que trabajadores rurales en Tres Lomas denunciaban los atropellos sufridos.

“Las constantes amenazas a los obreros organizados de Tres Lomas, por parte de la policía, que obedece las órdenes de varios liguistas, de la localidad, tales como el famoso «capitán» de la «Grande del Sud» y Marcaida (comerciante), Graciarena y un tal Zacarías (caudillo radical) y otros varios, todos estancieros y comerciantes, tuvieron como resultado la muerte del compañero Martín Reynoso y el compañero Faracobi (sic) herido de dos balazos en un brazo. El tristemente célebre capitán, el año pasado [1920] tenía a su disposición en la estancia un escuadrón de cosacos [gendarmería volante]; estas bestias uniformadas, obedeciendo las instrucciones de este chacal, recorrían las campiñas sembrando el pánico entre los trabajadores indefensos.
La comisión, en cada chacra, preguntaba al colono si había alguno que protestase o que hablase con los demás compañeros en sentido de pedir mejoras o de las ideas anarquistas, para sacarlo y apalearlo, tal como le sucedió al compañero González, apaleado brutalmente, y haciendo simulacros de matarlo a la menor protesta. En el pueblo eran sacados de las fondas, llevados al destacamento, y después de ser apaleados en los calabozos, eran obligados a salir a trabajar por tres o cuatro pesos, según les habían ordenado los liguistas.”15

Los testimonios en la prensa anarquista y obrera coinciden al individualizar quiénes se oponían a la organización de las y los trabajadores y señalarlos como artífices del ataque perpetrado contra Faracovi y Reynoso (al sargento Filiguera no lo mencionan, su nombre se diluye en “los sicarios del capitalismo rural”). En tanto Vidal Mata, al subrayar que la represión se desató después de que se resolviera el conflicto, pone de relieve que esos sectores de poder también se oponían a que los chacareros/arrendatarios y los trabajadores rurales – los dos eslabones de la cadena de injusticias, en términos de Donari – establecieran acuerdos, porque confluían contra “el capitalismo de la tierra y el comercio acaparador”.

En febrero de 1921 La Organización Obrera, vocero de la FORA Comunista, publicó la nómina de las seccionales que integraban la UTA, en el listado se aclaraba que la de Tres Lomas se encontraba inactiva.16 Sin embargo la militancia anarquista continuaba activa en la localidad y el oeste bonaerense, promovía la organización de los trabajadores e intentaba sentar las bases de una nueva sociedad. El proceso seguía a pesar de la adversidad, de los asesinatos, de las represiones… la marcha desde abajo siempre es cuesta arriba.

Notas

* Foto de los estibadores (apertura de la nota), gentileza Museo Histórico Municipal de Tres Lomas.
1En las publicaciones anarquistas de la época es mencionado como Martín Reynoso.
2Donari, Guillermo (2009). “Reynoso, Faracovi y ‘La Mozona’. Lucha y muerte anarquista”, en El fusilamiento de Cardona. Historias treslomenses en contexto político, Tres Lomas, La Prensita, pp. 55-57.
3Donari, 2009: 36.
4Tanto Donari (2009) como en otras fuentes locales se habla de Josefa Santos de Prieto, sin embargo en su tumba, hallada en el cementerio de Tres Lomas, dice Francisca Santos de Prieto.
5En esos años la localidad se llamaba José María Blanco, pero el lugar era popularmente conocido por Tres Lomas, nombre que recibió la estación del ferrocarril. En 1971 por decreto se estableció que la localidad también se denomine Tres Lomas.
6Donari, 2009: 31-32.
7Donari, 2009: 48-49.
8Donari, 2009: 52-53.
9Tribuna Obrera“S.O. Oficios Varios (Tres Lomas)”, 20 de noviembre de 1920.
10García, Isidro, Protti, A., Avenburg, A. y Vidal Mata, J. “A los trabajadores agrícolas”, El Trabajo, Buenos Aires, 18 de febrero de 1922. Hubo una primera entrega del Balance del Comité Central de la Unión de Trabajadores Agrícolas en la edición del 17.02.1922 de El Trabajo.
11Vidal Mata [José]. “Consideraciones sobre el conflicto agrario”, en Bandera Proletaria, Órgano de la Unión Sindical Argentina, Buenos Aires, 12 de diciembre de 1928.
12Donari, 2009: 56. Al parecer, por esos años, era habitual que en las manifestaciones anarquistas arengaran en esos términos a los policías. Hay registros de que en noviembre de 1921 en Allen, Río Negro, un piquete policial que intentó disolver un acto de la FORA Comunista fue recibido al grito: “Fuera perros, sáquense esa ropa prestada, pagada con nuestro sudor” (más información en Allen 1921: Cueste lo que cueste).
13Vidal Mata, José. “Mi informe a los trabajadores”, en El Libertario, Alianza Libertaria Argentina, Buenos Aires, 1 de diciembre de 1923.
14Donari, Guillermo (2016). El pedestal vacío, Trenque Lauquen, edición del autor, p. 57.
15Cronicta, “Tres Lomas. S. de O. Varios”, en La Protesta, 17 de diciembre de 1921.
16La Organización Obrera, 5 de febrero de 1921, citado en Andreas L. Doeswijk (2013) “Los anarco-bolcheviques rioplatenses”, Buenos Aires, Cedinci Editores, p. 139.

Publicado por Hernán Scandizzo. Soy periodista. Alguien me llamó buscador de historias, me gusta más esa definición.