“Hace más de sesenta años / que estamos rogando al mudo / como si fuéramos un pez llorando / en el agua.
(…)
Después de la Primavera Árabe / Palestina es la última hoja de frambuesa / en la rama de la revolución”
Marwan Makhoul, poeta palestino, nacido en 1979 en el enclave árabe sobreviviente a la Nakba de Boquai’a, en Alta Galilea controlada por Israel.
La irrupción del grupo palestino Hamas en territorio controlado por Israel, con ataques que tuvieron como parte de sus objetivos a la población civil (con métodos discutibles), dio como resultado la profundización de la ofensiva del estado sionista y racista de Israel contra el pueblo palestino, prometiendo una nueva masacre. Este es un nuevo y sangriento capítulo de la limpieza étnica que viene sosteniendo desde hace más de 75 años (acelerada desde 2019 en una nueva escalada de violencia) con el apoyo incondicional de EE.UU.
Entrevista por Luis Cuello
Para conocer parte de la historia y la actualidad del régimen de apartheid que impone Israel sobre Palestina desde su fundación como estado, entrevistamos a María Landi, activista de los derechos humanos; uruguaya y defensora del pueblo palestino, miembro de BDS Uruguay (Boicot, Desinversión, Sanciones, un movimiento dirigido por palestinos por la libertad, la justicia y la igualdad, cuya declaración ante los hechos actuales podés leer en este LINK), que impulsa, a su vez, la Campaña por Espacios Libres de Apartheid. De esta manera describe ella misma su actividad militante:
“Soy, entre otras cosas, militante de la causa palestina desde hace mucho tiempo. En particular en la última década he ido periódicamente, por periodos largos, a Palestina como observadora y acompañante internacional, y como militante de derechos humanos. Y en esa posición, compartiendo estrechamente y conociendo cómo es la vida del pueblo palestino en relación al régimen de ocupación, colonización y apartheid: el que Israel impone sobre ese pueblo; me fui vinculando a expresiones de la propia sociedad civil palestina organizada, como es por ejemplo, el movimiento BDS (Boicot, desinversión y sanciones), que es un movimiento que surge hace ya dieciocho años, imitando lo que fue la lucha del pueblo sudafricano contra el apartheid que sufrieron hasta el año mil novecientos noventa y cuatro. Este movimiento plantea invitar a la gente común y corriente, a la sociedad civil, a las movimientos sociales de todo el mundo, a llevar adelante campañas de boicot, de desinversión y sanciones, asumiendo que de los gobiernos y de los estados poco y nada se puede esperar cuando se trata de exigir a Israel que rinda cuentas por sus prolongadas violaciones del derecho internacional y de los derechos humanos palestinos”.
Borrador Definitivo: ¿Cómo se constituyó este movimiento y cuáles son sus objetivos?
María Landi: Es un movimiento que ha ido creciendo desde Palestina, que continúa siendo liderado por organizaciones y movimientos palestinos pero que está presente en muchos continentes y países, y en América Latina también. Dentro de ese movimiento hay campañas específicas que se proponen cada tanto y una de esas campañas es la Campaña Espacios Libres de Apartheid. ¿Por qué?: porque como en los últimos –digamos- dos, tres años se ha dado un consenso internacional creciente que dice que Israel realmente es un estado de apartheid -y eso lo dicen desde organizaciones internacionales de derechos humanos insospechadas como Human Rights Watch o Amnistía Internacional, hasta relatores especiales y comunidades internacionales de la ONU-. Entonces la conclusión es que, si estamos de acuerdo en que ahí hay un régimen de apartheid, y eso es inadmisible en el Siglo Veintiuno, ¿qué vamos a hacer para ponerle fin? ¿Qué hicieron los pueblos y la comunidad internacional por el pueblo sudafricano, en solidaridad con su lucha y para poner fin al régimen de apartheid?
Lo que hicieron fue tomar diferentes medidas que implicaban cortar los vínculos de complicidad, de intercambio, de apoyo, de patrocinio con el régimen de apartheid en el plano comercial, económico, militar, cultural, artístico, deportivo, etcétera. Sudáfrica al final era un estado paria, que podía ir a ningún torneo o evento internacional, al que nadie le quería vender armas, etcétera (vale señalar que Israel fue el último país que continuó vendiéndole armas al régimen de apartheid sudafricano). Entonces, esto es un poco seguir por el mismo camino. Y declararse Espacio Libre de Apartheid supone que una organización, institución, comercio, club, centro cultural o educativo, sindicato, gremio, lo que sea, cualquier entidad se puede declarar espacio libre de apartheid, y supone que no va a mantener ni aceptar vínculos o intercambios de ningún tipo con el estado de apartheid israelí.
BD: Pero, lamentablemente, lo que vemos en estos días por parte de la comunidad internacional y los medios de prensa a nivel mundial, parece ser todo lo contrario.
ML: Sí, lamentablemente. Hasta ahora lo que se ve es que, en general y sobre todo en momentos de crisis tan terrible como la que se está viviendo ahora, en Occidente lo que encontramos es un férreo alineamiento detrás del mandato del que todavía pretende ser el imperio dominante, que es Estados Unidos, con su lamentable acólito que es Europa liderando el apoyo incondicional a Israel. Creo que es importante, muy importante, señalar que este este horror al que estamos asistiendo ahora, que nos quita el sueño, que nos desgarra tanta violencia, tantas muertes, se podría haber evitado hace mucho tiempo. Y se hubiera evitado si frente a cada una de las masacres periódicas que Israel cometió sobre la población, especialmente de Gaza, bloqueada y sitiada y encerrada en una cárcel a cielo abierto, la más grande del mundo, se le hubiera en algún momento exigido a Israel rendir cuentas por sus crímenes, si se hubiera avanzado con las denuncias que están durmiendo en la fiscalía de la Corte desde hace ya varios años, desde la última o penúltima masacre sobre Gaza. Porque esa impunidad sostenida, que la comunidad internacional le garantiza a Israel, es lo que ha permitido la arrogancia y la impunidad; la certeza de que Israel es la única potencia nuclear en la zona del Levante, que sigue haciendo lo que quiere porque sabe que nunca tiene que rendir cuentas.
BD: La comunidad internacional, ¿no condena de la misma forma los crímenes de Israel a como lo hace con los actos de resistencia de los palestinos?
ML: Creo que en el último año, si hay algo que nos sirve como comparación de lo que es el doble rasero de occidente y en especial de la comunidad internacional, es lo que ha pasado con Ucrania. Antes de una semana de que Rusia hubiera invadido Ucrania, ya la comunidad internacional, sobre todo las potencias de los países occidentales, unánimemente habían condenado la ocupación. Habían aplicado sanciones de todo tipo contra Rusia, incluso sanciones indiscriminadas que no son las que pide el pueblo palestino ni el movimiento BDS (porque el movimiento BDS siempre ha pedido sanciones selectivas y no masivas y draconianas que en realidad hacen sufrir a los pueblos más que a los gobiernos). Sin embargo a Rusia se le aplicaron sanciones indiscriminadas en todos los planos y terrenos: algo, solo por ser ruso, ya es objeto de boicot o de sanción. Pero al Estado de Israel no se le ha aplicado absolutamente ningún tipo de sanción en décadas; o en más de medio siglo si hablamos de los territorios ocupados en el ’77; o tras 75 años si queremos hablar de los territorios que fueron ocupados en el año ’48, cuando se implanta el estado de Israel sobre las ruinas de la limpieza étnica de Palestina. ¡Ninguna sanción para Israel por haber ocupado el territorio palestino y seguir ocupándolo y robándolo y colonizándolo todos los días durante setenta y cinco años!
Entonces ese doble rasero es intolerable y se expresa también en que, al tiempo que sancionaban a Rusia y declaraban -hasta el día de hoy- el derecho inalienable, incuestionable y legítimo del pueblo de Ucrania a defenderse por las armas y por todos los medios posibles contra la ocupación, a defender su territorio; y desde entonces Estados Unidos y todos sus aliados no han parado de enviarle todo tipo de armamento. Al pueblo palestino no se le reconoce el derecho a defenderse de la ocupación del estado de Israel desde hace, como digo, más de medio siglo o tres cuartos de siglo y todas las acciones de defensa son consideradas terroristas.
BD: Imaginamos que desde Palestina se lucha, no solo con acciones armadas, sino también pacíficamente, ¿esas acciones también son estigmatizadas?
ML: Sí, no solamente las acciones de defensa armada, incluso cuando hay resoluciones de la ONU que tienen varias décadas, que reconocen el derecho de los pueblos sometidos a un régimen de ocupación o colonial o racista extranjero a defenderse y a luchar para liberarse por todos los medios a su alcance incluyendo las armas. Ese derecho que está consagrado internacionalmente no se le reconoce al pueblo palestino. Pero el pueblo palestino, haga lo que haga, es visto como terrorista; hasta cuando lucha y resiste sin las armas, que es lo que viene haciendo la mayor parte del tiempo. Porque la inmensa mayoría de la población palestina resiste sin armas, pero es descalificada como violenta, como antisemita. Y toda la lucha social, civil palestina, pacífica no es reconocida y es vista precisamente como antisemitismo, por lo que es criminalizada y deslegitimada.
BD: Hay algo que nos lama la atención de la cobertura mediática del actual conflicto, y es que se hable de “una guerra entre Israel y Palestina”.
ML: Nosotros estamos en el Río de la Plata y me parece muy importante en esta cuestión de la disputa de relatos o de narrativas: sabemos muy bien lo que es la Teoría de los “dos demonios”, ¿verdad? La conocemos perfectamente y hemos luchado, como defensoras de derechos humanos, desde la época de las dictaduras para decir que en nuestros países no hubo una guerra entre dos bandos sino que hubo terrorismo de Estado y resistencia al terrorismo de Estado. Esto es exactamente lo mismo. Cuando se habla de que Israel y Palestina son dos países enfrentados y hasta se habla de dos estados, ignorando o desconociendo la absoluta falsedad de ese encuadre. Porque Palestina, si bien tiene formalmente un estatus reconocido de Estado observador, que no tiene voto pero tiene voz en el sistema de Naciones Unidas, no tiene absolutamente ninguno de los atributos de un Estado moderno: no tiene control sobre sus fronteras, no tiene control sobre su territorio, no tiene ninguna autoridad, porque la Autoridad Palestina “está pintada” para decirlo de manera popular.
BD: Además, Palestina tampoco tiene ejército, ni ningún tipo de fuerza armada.
ML: Exactamente. ¿Entonces cómo puede haber una guerra entre dos países cuando uno de ellos tiene uno de los ejércitos más poderosos del mundo, tiene armas nucleares, y el otro no tiene un ejército y nunca tuvo ni un avión, ni un tanque ni un barco de guerra? Entonces decir que esto es una lucha entre dos bandos es Teoría de los Dos Demonios pura y dura, que distorsiona la realidad. Pero aunque fuera cierto, aunque esto fuera una guerra entre dos países, entre dos bandos, ¿por qué entonces solo uno de ellos tiene derecho a defenderse? Porque el derecho de Palestina, o del pueblo palestino, a defenderse tampoco es reconocido, porque siempre es terrorismo. Entonces nuevamente el doble racero y la hipocresía de la comunidad internacional. Y en particular en el último año y medio, por el contraste brutal entre cómo aborda la ocupación de Ucrania en comparación con la prolongada ocupación de Palestina, es realmente intolerable.
Y sobre todo en Occidente (porque en los países con población árabe la percepción de la población es diferente) siempre se ignora sistemáticamente la violencia estructural, la violencia del terrorismo del Estado israelí, que el pueblo palestino sufre cotidianamente sin ser noticia. Y en particular la escalada de violencia y de provocaciones crecientes que están sufriendo desde diciembre del año pasado, cuando en Israel asumió el gobierno más fascista, ultraderechista y extremista que ha tenido en toda su historia. Ha sido un año mortífero, con un promedio de dos palestinos asesinados por día. Pero todo eso no se ve, todo eso no es noticia. La noticia empieza siempre con el primer cohete que sale de Gaza, o con la primera víctima israelí, y es ahí cuando los medios hegemónicos se empiezan a interesar por el problema. Entonces, que ahora estén diciendo que el ataque de la resistencia palestina desde Gaza fue unilateral y no provocado, es absoluta hipocresía o es absoluta ignorancia. Cualquiera de las dos cosas es intolerable, porque provocaciones es lo que sobran y lo que ha sobrado en los meses que llevamos de este año hasta hoy.
BD: Hablamos de más de doscientos muertos en lo que va del año, más las mutilaciones, las torturas, los encarcelamientos. Sobre una población que, en Gaza, es de dos millones de personas en trescientos cincuenta kilómetros cuadrados (NdR: para comparar, el partido de La Matanza en el Gran Buenos Aires tiene 325 Km2).
ML: Es verdad que las acciones de Hamas de la última semana (que por cierto no es solo Hamas sino también otras facciones de la resistencia palestina que en Gaza están unidas desde hace mucho tiempo) fueron acciones que no habíamos visto nunca antes. Jamás habíamos visto esas cosas, nunca habíamos visto a la resistencia palestina llegar desde Gaza, penetrar, romper las rejas de la prisión, de la cárcel de Gaza y entrar en el territorio controlado por Israel y cometer las acciones de violencia que hemos visto. Pero lo que nadie dice o parece nadie recordar es que la vida de esos jóvenes, que son probablemente todos menores de 25 años, ha sido desde que nacieron una pesadilla. Que han vivido encerrados en una cárcel de la que no pueden salir, donde no tienen trabajo, no tienen oportunidades de vivir una vida humana mínimamente. Donde no tienen ni siquiera agua potable, donde periódicamente son bombardeados. Porque cualquier persona que tenga 18-20 años en Gaza ya ha vivido cuatro ataques israelíes, ha visto cómo se destruyen las casas, los edificios donde familias enteras desaparecen, donde todos tienen familiares y muchos tienen muertos que han sido asesinados por las bombas israelíes.
La vida en Gaza es un infierno desde que nacen hasta que mueren y esos jóvenes, que no tienen futuro que no tienen horizonte, que no tienen oportunidades, son los que de pronto rompieron las rejas de las cárceles y salieron y entraron en el territorio de sus carceleros y vieron cómo viven en comunidades de primer mundo con todo con todas las comodidades, con agua, con áreas verdes, con todo lo que ellos no tienen. Aparece todo que se les ha negado, que los han hambreado. Porque Israel controla hasta la cantidad de calorías que cada gazatí consume por día. Y claro, cuando ven eso es tan comprensible, no justificable, porque quiero asegurar que no considero que sean correctas las acciones de violencia que cometieron contra la población civil israelí. Solamente digo que lo puedo entender: porque si tú encierras a una persona en una jaula durante décadas, la hambreas, la torturas, la gaseas, le quitas el agua, la insultas y la castigas por todos los medios durante mucho tiempo, el día que esa persona sale de la jaula va a comportarse como una bestia negativa.
BD: Además estamos hablando de una población, la de Gaza, que es mayormente refugiada.
ML: El 75 por ciento de la población de Gaza no es originaria de ahí. Esto quiere decir que, aunque hayan nacido en Gaza, sus familias no son de ahí. Sino que eran familias y comunidades que vivían en comunidades palestinas cercanas, que fueron destruidas por las milicias sionistas en el año ‘48 durante la limpieza étnica que dio origen a la implantación del Estado de Israel. O sea que esos jóvenes de los cuales hablábamos vieron por primera vez, al salir de la prisión gazatí, las comunidades de donde venían sus familias y de las que fueron expulsadas; vieron las tierras que perdieron, donde hoy están instaladas florecientes y desarrolladas poblaciones israelíes. Pero esas eran sus tierras y de ahí sus familias fueron expulsadas y convertidas en refugiadas y encerradas en la cárcel de Gaza.
BD: Hay un periodista israelí, Gideon Levy, que dice: “si los matamos, los mutilamos y los echamos y hacemos barbaridades, ¿qué otra cosa podíamos esperar?”
ML: Yo creo que todo lo que ha ocurrido el sábado pasado. Y que nos tiene a todos en shock, es también como dijo un analista, como el pecado griego de Hibris, de exceso la arrogancia. La enorme arrogancia de Israel de saberse impune, de creer que los palestinos solamente pueden ser golpeados y castigados y bombardeados y asesinados y encarcelados, sin que nunca puedan acertar un golpe contundente a sus opresores. Recordé este sábado las palabras que me dijo otra activista israelí (conozco muchas y muchos activistas israelíes, desgraciadamente son muy pocos pero los hay muy buenos y valientes). Ella me dijo en una entrevista que le hice hace casi una década en Palestina: “las cosas van a empezar a cambiar cuando la sociedad israelí empiece a pagar algún precio, porque hasta ahora el precio de esta violencia institucional estructural lo paga solamente el pueblo palestino”. Y es asi: la población israelí hasta ahora casi no ha pagado ningún precio, o ha sido un precio insignificante. Y eso significa no solamente que no pagamos, sino que lucramos con la ocupación porque esta es la ocupación más lucrativa de la historia moderna. Entonces yo me acordé de las palabras de mi amiga Tamar, porque es así. Ahora por primera vez a los israelíes (y es horrible que les haya tocado) están viviendo todos estos horrores que la comunidad internacional y los medios no se cansan de mostrar y de condenar. Pero eso fue una pequeña dosis de su propia medicina que esta vez les tocó tomar a ellos.
Es horrible decirlo pero he leído estos días a un israelí que dijo: “estos horrores son lo que nosotros, como israelíes, a través de nuestros gobiernos, les estamos infligiendo a la población palestina todos los días desde hace años, mientras la sociedad israelí es absolutamente indiferente y le da la espalda a ese sufrimiento palestino”.
BD: En esta situación, ¿cómo ves la perspectiva, o mejor dicho, cuál es la salida en lo inmediato?
ML: Como está planteada la situación está clarísimo que no hay quien pueda ganar en esto que ahora sí es una guerra desatada y muy cruel. Ahora ya volvimos a la asimetría del poder habitual: Israel ha reaccionado como se esperaba porque no puede soportar el golpe que sufrió su arrogancia y entonces se está vengando de la manera que sabe hacerlo, con una desproporción salvaje, violando todas las normas de la guerra según el derecho internacional humanitario. Se está castigando a la población de Gaza más allá de su resistencia armada. Está asesinando y bombardeando y haciendo desaparecer familias y barrios enteros, se está quitando los suministros de gas, de electricidad, del agua y la comida. Sin embargo, aún con todo ese poder bélico ilimitado la situación no tiene una salida por la vía bélica, por la vía de las armas. Porque podrá terminar esta confrontación y dentro de un tiempo va a haber otra y otra. Porque esto solamente puede ser solucionado con un cambio radical que signifique no sólo negociar un alto el fuego, sino que signifique hacer un acuerdo para levantar el bloqueo humano que Gaza sufre desde hace 16 años. Si no se toman las medidas efectivas en esa dirección, esto no se va a solucionar. Y también quiero decir que hay sectores importantes de la sociedad israelí que están exigiendo a su gobierno -y que no están siendo escuchados- la necesidad de negociar un intercambio de prisioneros y de rehenes. Porque la resistencia palestina secuestró personas en Israel y las llevó para dentro de Gaza porque es la única herramienta, o la única carta, que tiene para negociar un intercambio de prisioneros, como ha ocurrido periódicamente. Por un solo soldado israelí que estuvo secuestrado en Gaza, Israel liberó a unos mil prisioneros palestinos. Entonces lo que están pidiendo los sectores más sensatos es, por supuesto un alto fuego, y que el gobierno israelí negocie con Hamas un intercambio de prisioneros o de rehenes o como le queramos llamar, y que esas personas secuestradas -donde hay mujeres, jóvenes, niños, donde hay inocentes- puedan regresar a sus familias, a sus comunidades en Israel; y que los prisioneros palestinos que llevan más de 20 años en la cárcel sean liberados. Esta es una de las medidas, no la única, pero es una de las medidas imprescindibles para que esta escalada mortífera no continúe cobrándose más vidas palestinas y también israelíes.
BD: Seguramente la salida de fondo sería la posibilidad de un estado palestino libre, laico y democrático.
ML: Eso se ve mucho más difícil en el horizonte, pero que por lo menos se levante el bloqueo a Gaza, que se empiece a reconocer el derecho del pueblo palestino a la autodeterminación y que se termine con las políticas también criminales que está sufriendo la población de Cisjordania y de Jerusalén Este. Porque no mencionamos las demoliciones de viviendas que este año también han sido récord y que demuestran, una vez más, que la vida palestina bajo el régimen israelí es un infierno, una tortura cotidiana aunque no sea noticia en los medios.