Luego de varios meses de un duro conflicto, con acciones decididas en democráticas asambleas y respaldadas en el acampe del sector, ha llegado a su fin la lucha docente en la provincia de Misiones. Los trabajadores de la tiza lograron arrancarle al gobierno de Passalacqua un acuerdo que, si bien todavía no está del todo claro desde el punto de vista económico, reconoce varias de las demandas que levantaban los docentes. Importante si además tomamos en cuenta que el gobierno provincial pretendió criminalizar la protesta, trató de violentos a los docentes y al final debió sentarse a negociar. Y no pudo hacerlo a sus anchas, solo con los burócratas amigos de la CTERA y la CGT, sino que tuvo que poner una silla en la mesa para los docentes autoconvocados combativos. Sobre estas cuestiones agradecemos la charla con Tania Piris da Motta, docente y periodista de Posadas por su relato y sus reflexiones.


Por Juanjo Lázzari para Borrador Definitivo

El desarrollo del conflicto

El conflicto docente en la provincia de la tierra colorada no empezó cuando los medios hegemónicos, encandilados por la huelga policial, lo descubrieron. Esta puja empezó a comienzos de año y, para ser justos, era la explosión de un descontento que venía de años anteriores. Tania, docente misionera, nos describe la situación:

“Así es, lamentablemente, porque los medios nacionales vinieron solamente cuando la policía se acuarteló en el Comando Radioeléctrico y se fueron cuando terminó ese acampe, sin atender que en realidadel proceso más importante se daba entre los trabajadores estatales y particularmente los docentes, que empezó por el inicio de año. Una semana antes de levantamiento policial, había en docentes un escenario  de asambleas en las escuelas, que se hacían de forma espontánea, por así decirlo, o por decisión de la base de esas escuelas, sin tener en cuenta ningún tipo de afiliación a los sindicatos -porque hay muchos sindicatos docentes acá en la provincia de Misiones- y entonces se hacían por escuelas y no por sindicatos, en forma de asambleas. Y bueno, esas asambleas se hacían algunas con atención de alumnos, otras sin atención de alumnos, algunos hacían paro directamente, iban a las asambleas y ahí se tomaban las decisiones como para ver cómo se encaraba el plan de lucha, y eso desembocó en manifestaciones históricas en algunas localidades del interior de Misiones, y también en una gran concentración en Posadas, que terminó con una marcha a la Legislatura, que fue la primera y anterior a la del 9 de mayo que se transmitió a nivel nacional donde hubo represión con gases. Esa noche, que  se fue a la Legislatura hubo represión policial, pero a pesar de esto algunos de los docentes pudieron ingresar al recinto, y pocas horas más tarde fue que los policías tomaron el comando. Es decir, después de reprimir a los docentes  tomaron el Comando Radioeléctrico para reclamar ellos por sus salarios”.

Queda claro que una de las fortalezas del conflicto radicó en esta organización por escuelas, decidiendo por asamblea sin distingo entre afiliados a distintas organizaciones y sobre todo sin darle a las direcciones la posibilidad de negociar a espaldas de los docentes. Otra de las fortalezas fue la simpatía que despertó en el pueblo trabajador misionero, que rodeó de solidaridad y simpatías a los educadores de sus hijos.

Apenas el conflicto con la policía arribó a un acuerdo, pasó lo que tenía que pasar, los uniformados volvieron a su rol de perros de presas del poder y los medios nacionales abandonaron la provincia, Tania nos explica cómo fueron estos días:

“Cuando los policías levantaron, incumplieron su promesa, porque ellos se acercaron al acampe docente a decir que no iban a arreglar hasta que todos los sectores arreglaran, porque además estaban de conflicto previamente al levantamiento policial los trabajadores de la salud. Y bueno, no lo cumplieron, dijeron que ellos tenían que esperar a que todos esos sectores arreglaran, y eso no pasó. Ellos arreglaron por su cuenta, cosa que era lo previsible, pues sabíamos que iba a ser así, y levantaron el campamento que tenían enfrente del Comando. Arreglaron, según lo que dicen algunos medios de comunicación, por más del 50% para cobrar en junio, y con eso quedaron como la tercera fuerza mejor paga de la República Argentina, según lo que dicen algunos medios. Y además sin ningún tipo de sanciones, porque primero (desde el estado) mandaron el comité de crisis, que no actuó, y después los amenazaron por el tema del delito de sedición, y había muchos que ya tenían sanciones administrativas por el tema de haberse apropiado de los patrulleros de cada una de las dependencias policiales, que los llevaron al acampe. Pero todo eso se cayó con el acuerdo, entonces muchos dicen que aunque el acuerdo no fue lo que ellos pedían (un aumento del 100% del sueldo), lo que más les interesaba era estar libres de culpa y cargo, porque las sanciones podían ser bastante complicadas y eso quedó todo en la nada.

Y entonces después del acuerdo los policías están cumpliendo la función que corresponde, que sería la de actuar como agentes represivos del Estado. En ese sentido lo primero que hacen es ir a intimidar a los docentes en el acampe, ahí les llevaron una notificación con una lista de nombres, de 12 personas que participaron de esa marcha, la tercera marcha que se hacía de la Legislatura. Así a esas 12 personas les comunicaron que tenían una denuncia y que no se podían acercar a menos de los 100 metros del Palacio Legislativo. Y después volvieron a intimidar a los docentes, dos días después a la una y media de la mañana, en el acampe docente con la orden del mismo juez Balor, para decir que había una orden de desalojo y que tenían que irse. Y ahí los docentes lo que hicieron fue replegarse a las veredas, les dijeron que ellos se iban a replegar a la vereda como parte de un gesto de buena voluntad, porque había una negociación en marcha, y porque ya había habido otra orden de desalojo en una ruta del interior, en Cerro Colón, donde como parte de la negociación para levantar el corte de ruta, se pidió que el ministro Safrán accediera a una mesa de diálogo para tratar de ver si se podía acordar algún tipo de aumento salarial, que es lo que está pendiente desde que empezó el conflicto docente, y es el punto principal del reclamo en este momento. Porque este año, quedó absolutamente desfasado desde el año pasado. Ya el año pasado, el gobierno dio un aumento del 100% y la inflación fue del 211%, y este año ya se perdió todo, porque con la devaluación y la liberación de los precios de Milei, cada aumento que venía del gobierno era una miseria, no podía compensar ni lo que se había perdido, ni la inflación del mes”.

El gobierno misionero, bajo la dirección de Carlos Rovira, es un armado político provincial, que tiempo atrás estaba ligado a la figura de Massa y ahora se manifiestan cercano al gobierno nacional, nada nuevo por cierto en la política burguesa argentina. Fue intentando, en el correr de la lucha, un montón de operaciones de desgaste: armó mesas de negociación que se despachaban con ofertas ridículas o con ministros que se ofendían y se retiraban, siempre manteniendo los descuentos de los días de paro y futuras represalias a los docentes, lo que terminó cansando a los trabajadores, que a esa altura llevaban tres semanas de huelga por tiempo indeterminado.  

“Siempre se mostraron muy reticentes a hacer devoluciones de los días descontados, reconocieron que había 1.900 docentes descontados y el promedio del descuento era de $ 75.000, con personas a las que les descontaron hasta $ 300.000 mensuales por los días de huelga”.

No es un dato menor señalar que estos ofrecimientos que el gobierno iba tirando, y que no cubría ni de cerca los pedidos de los docentes, fueron rechazados por la mayoría de los trabajadores autoconvocados. La contracara de esto es que esta propuesta fue aceptada vergonzosamente por UDPM (Unión de Docentes de la Provincia de Misiones) el gremio oficialista, gremio de base de CTERA.

Para esta altura, el ejecutivo provincial intentó una contramanifestación, dispuso de los colectivos de la empresa monopólica de transporte en la provincia para llevar gente coaccionada, pero el operativo le fracasó y la lucha continuaba, aunque el paso de los días asomaba el cansancio y el desgaste de tantos días en las calles:

“La gente a esta altura estaba cansadísima, porque tenemos que hablar de dos meses de lucha intensa, primero con asambleas, y en el último mes ya con huelgas, manifestaciones, que eran prácticamente diarias.”

Y a esta lucha contra el gobierno también se sumaban otros condimentos políticos: El Partido Libertario que se formó acá en Misiones -que no me acuerdo exactamente cómo se llama, pero algo así como Generación de Liberales- estaba en contra de los cortes de ruta. Y para eso, habían tratado de intervenir dentro de la movilización docente, planteando que el problema es solamente provincial, y que no es nacional. Y ahí contaban con la participación de diputados de la UCR y del PRO, que supuestamente apoyaban la lucha docente y demás, pero son los que están en el mismo espacio que vota el DNU, ahora la ley base, que dicen que la educación se tiene que declarar el servicio esencial, etc.”

El jueves 23 de mayo, mientras en Misiones la pelea docente no retrocedía, la CTERA, convocó a un paro en todo el país. El mismo podría haber representado un buen momento para poner la lucha de los trabajadores del nordeste como la vanguardia de la pelea de todo el sector. Pero esto no fue así:

Ellos llamaron al paro Nacional docente el jueves sin nombrar a Misiones. Si uno se fija, en la convocatoria no dicen nada de Misiones, hablan así en general de las provincias, y de Misiones en específico no dice nada, porque justamente su gremio de base, UDPM, que es la misma conducción celeste de la CTERA nacional es la que acordó, no solamente en esta oportunidad este aumento irrisorio, sino desde hace 20 años viene acordando aumentos irrisorios. O sea que es la responsable de haber pactado con el gobierno una situación donde siempre las paritarias son a la baja, y ellos son los que firman, junto con UDA, con SEMAR, con AMET, con SADOP, que son los gremios oficialistas. Aunque en esta oportunidad se quedaron solos, porque fueron ellos nomás los que quedaron firmando este acuerdo, los demás no firmaron, ni siquiera las demás burocracias, incluso las que pertenecen a la CGT, no quisieron firmar un negocio así. Así que bueno, esa es la CTERA, creemos que es responsable de toda esta situación, porque además, habiendo una situación tan grave, tan crítica en una de las provincias, no hace nada como para unificar la lucha en todo el país, teniendo esa facultad, porque es la facultad que le cabe como confederación”.

El acuerdo

Cuando el mes de junio mostraba un panorama parecido al de los meses anteriores y el cansancio no disminuía la disposición a la lucha de los docentes, el gobierno, urgido en terminar con los cortes de rutas y el acampe ofreció un acuerdo:

Terminó con un acta acuerdo que no significa demasiado avance con relación al tema salarial porque no hay ningún número en ese acta acuerdo, sino simplemente un compromiso del gobierno de volver a discutir el 26 de junio la pauta para julio, porque la pauta para junio ya se cerró, con los gremios traidores que componen la mesa de diálogo oficial. Pero ese acta acuerdo, según lo que dicen los que apoyaron que se firme, tiene un compromiso político que es la devolución de lo descontado y no aplicar más descuentos de los que ya se aplicaron y tampoco seguir con la judicialización de los referentes de la lucha. Porque como dije antes hubo por lo menos 12 judicializados, dos de ellos dos veces judicializados, y había amenazas de judicializar a más personas que estaban participando de las distintas manifestaciones.

Fue una larga lucha, importantísima, histórica,  que tuvo una trascendencia inédita. Nunca se había dado la trascendencia que tuvo. E insisto para que quede claro, que la lucha la empezaron los docentes justamente en enero y hubo un levantamiento muy importante de las escuelas a través de asambleas escolares previo a todo el periodo de manifestaciones, movilizaciones, marchas y cortes de ruta y en esas asambleas los docentes se organizaron por unidad escolar, por establecimiento y no por gremio ni por espacio sindical y exigieron que los espacios se unificaran y llevaran el reclamo del 100% a los salarios. Este 100% no se consiguió porque cuando se unificó ese reclamo y se definió que 180.000 tenía que ser el básico y 500.000 el mínimo, eso fue en abril, marzo-abril. Cuando se hizo esa propuesta de la unificación de todos los sectores que estaban en lucha, y que anteriormente estaban separados, eso no se consiguió totalmente.

Lo que se consiguió es un aumento que estaría rozando el 50% desde el momento en que se pidió el 100% y el salario mínimo llegó a 450.000 pero con mucha parte que sería fuera de lo formal, entonces eso significa que la pirámide de antigüedad se achata un montón y no hay la diferencia que está prevista en el estatuto ni la diferencia que había antes del 60% entre el que tiene menos antigüedad y el que tiene más antigüedad. Creo que ahora la diferencia quedó muy achatada y está en torno del 20%, y el mínimo subió no a 500.000 sino a 450.000 y lo que se consiguió fue que el básico pasara a 113.500 que es bastante más bajo que los 180.000 que se pedían. De todos modos, esos números implican un aumento de enero a junio de 80% al mínimo y 84% al básico que estaba en enero en 61.000 pesos. Si uno ve los números desde enero, entonces hay un aumento sustancial que todavía no sirve para recomponer el salario de lo perdido en 2023, pero que ya les permite salir del salario de indigencia porque ya los docentes, sobre todo los maestros, estaban por debajo de la línea de indigencia”.

Consideraciones finales

Para finalizar este informe, nos permitimos algunas reflexiones que se nos ocurren centrales a modo de lección y aprendizajes para futuras luchas, siempre entendiendo que nuestra lejanía del lugar de los hechos hace que nuestros análisis sean muy generales y casi en borrador.

Primero: La forma en que se desarrolló y mantuvo el conflicto, resolviendo todo por abajo, en las asambleas de escuelas, superando los aparatos y sellos sindicales, uniendo a la base, fue un motor importantísimo en esta pelea y es una enseñanza grandísima porque demuestra las potencialidades de la fuerza de la base, rompiendo la hegemonía de las burocracias sindicales que, ¡ojo!, siguen funcionando, tratando de desmontar estos dispositivos. Esto se expresó profundamente en Misiones.

Segundo: Si bien es cierto que los sectores en lucha no lograron todo lo que pedían, lo logrado fue un avance producto de esa fuerza y de esa movilización. Uno de esos logros es que el sector “díscolo”, no burocrático y democrático, de los docentes, se pueda sentar a las mesas de negociaciones con reconocimiento por parte del estado. Además, como la misma Tania nos decía, los docentes lo consideran un avance  producto de su lucha.

Tercero: El conflicto y el propio acuerdo se dan en un momento muy crítico de la lucha. Era un proceso que venía desde enero y de dos meses de cortes de rutas, de acampes (muchos con gente del interior de la provincia que estaba en Posadas, acampando ahí desde hacía semanas). La propia Tania nos marcaba el desgaste que eso significaba para las bases. Surgía muy fuertemente entonces, el peligro de que esa fuerza se empezara a desgranar por propio cansancio, entendemos que esto le da un nuevo valor a este acuerdo.

Por último, toda lucha es importante, no solo por el grado de acuerdo coyuntural al que arribe, sino por el grado de organización que de ella quede en pie. Habrá que ver cómo sigue y cuál es el proceso de la base. Si se consolida este fenómeno de auto organización de los docentes, que seguramente enfrentará miles de problemas. Pero es un gran punto de apoyo que  habrá que seguir y es claramente un ejemplo, ya no solo hacia los docentes sino al conjunto de la clase trabajadora.

Esto permitió que las diferencias sean claras: mientras Baradel paseaba por Ginebra, los docentes misioneros le imponían un acuerdo a Passalacqua apoyados en esta democracia de base.