Si bien la movilización alrededor de la elaboración del proyecto de Ley de Humedales CONSENSUADA viene desde hace varios años; fue en los últimos dos años que la consigna hizo carne en un potente movimiento ambientalista, sobre todo en la zona de la ribera del Paraná. Esto no se dio de la nada, sino que fue la respuesta de activismo consciente a la inédita devastación que vienen sufriendo los ecosistemas ribereños, producto de una sequía histórica, a lo que se sumaron incendios intencionales, ocupación de tierras para el agronegocio y otro tipo de explotaciones extractivas, etc. Procesos que, no siendo nuevos, emergen de manera muy evidente, también en los últimos años.
Así es que se vieron jornadas de actividad contra el extractivismo y en defensa de la vida a lo largo y ancho del país, y sobre todo en las localidades de la ribera del Paraná. Actividades entre las que se destacan los cortes masivos al Puente Rosario-Victoria, la caravana de kayaks desde Rosario hasta CABA; una concentración de miles en el Monumento a la Bandera de Rosario, al igual que cientos de actividades más pequeñas en los pueblos y ciudades de la región.
Tal es la potencia que el reclamo por la Ley de Humedales tomó en la población en general -sobre todo en esta zona- que el gobierno tuvo que ceder y, en vísperas de un año electoral y después de que el proyecto perdiera estado parlamentario varias veces, hoy hay dos dictámenes (mayoría y minoría) por la Ley de Humedales, prontos a debatirse en el Congreso. Pero, tal cual como indica la declaración que reproducimos a continuación, de la Red Ambientalista, entre los dos textos poco queda ya del proyecto consensuado por cientos de organizaciones ambientales, científicas y ciudadanas, que ha sido profundamnte modificado. Esto es producto de la fuerte intervención de los actores del extractivismo minero, del litio o de los agro negocios, tanto nacionales como multinacionales; del gobiernos nacional que busca dólares para pagar al FMI; y de los gobernadores -de uno y otro lado de la grieta- que ven en el extractivismo un gran negocio. Recordamos la fuerte intervención de los gobernadores del NOA, vinculados al negocio del litio y la megamineria, que se verían afectados por la ley consensuada.
Como era de esperar (y quizás esa haya sido la apuesta del gobierno desde un principio) la posibilidad de sancionar una ley, aunque no sea la consensuada, ha abierto profundos debates y hasta divisiones al interior del movimiento ambiental. Entre quienes sostienen que la sanción de una ley de mínima significaría un piso sobre el cual pararse para continuar la pelea. Aquellos que afirman que aun la ley con modificaciones es preferible ante la amenaza del otro proyecto (presentado por el PRO), absolutamente extractivista. Y quienes se mantienen firmes en la pelea por el texto consensuado sin modificaciones y señalan la importancia de los cambios hechos; remarcando que ninguno de los proyectos que está en discusión en el Congreso representaría un avance en la protección de los humedales contra el extractivismo.
Como medio periodístico y como sujetos políticos, desde Borrador Definitivo hemos participado activamente en muchas de las actividades organizadas, como así también en los debates al interior del movimiento; marcando los límites de sólo pelear por una ley, sosteniendo la necesidad de profundizar la organización y la democracia, a la vez que apoyando el reclamo unificador. Podés leer algunas de las posturas de este medio al respecto en la nota: Reflexiones acerca de la consigna ¡LEY DE HUMEDALES YA!
Hoy queremos seguir dando nuestra opinión al respecto, como así también difundiendo el estado del debate. Por ello es que presentamos una declaración de la Red Ambientalista, conformada por militantes ambientales de Rosario, San Lorenzo, San Nicolás, Ramallo, Zarate y otras localidades a la vera del Paraná, donde presenta su postura frente a la situación descripta. A la vez, nos comprometeos a seguir reproduciendo en este espacio otras posturas.
Para sumar tu firma (ya sea individual o como organización) a esta declaración, tocá en este enlace.
¿Qué está pasando hoy con la Ley de Humedales?
Desde la Red Ambientalista manifestamos que en las recientes definiciones del plenario de comisiones en cámara de Diputados se están debatiendo 2 proyectos de Ley de Humedales: el dictaminado por mayoría (impulsado por JxC/PRO) y el de minoría (impulsado por Leo Grosso de FdeT).
Denunciamos que ambos proyectos priorizan el uso productivista de nuestros Humedales en detrimento de su protección. No está siendo tratado el proyecto de Ley de Humedales CONSENSUADO por cientos de organizaciones socioambientales, profesionales y científicas comprometidas con la defensa de la naturaleza y la vida.
El de mayoría es un proyecto totalmente a favor de empresarios y lobby extractivista. El de minoría aplica profundas modificaciones al proyecto consensuado desprotegiendo los humedales a pedido de los ecocidas que contaminan, explotan y destruyen nuestros territorios.
Nombramos algunas de las modificaciones:
- Se anulan las prohibiciones a la liberación de contaminantes y residuos sólidos al humedal (ambos dictámenes).
- Se anulan las moratorias que prohíben nuevas actividades extractivistas o ampliación de actividades existentes en los humedales (ambos dictámenes).
- Se sacó la Evaluación Ambiental Estratégica que es un instrumento de gestión para incorporar aspectos ambientales en el diseño de políticas públicas habilitando la participación de personas afectadas, organizaciones sociales y socioambientales, comunidades locales y pueblos originarios, entidades científicas y académicas, entre otras (ambos dictámenes).
- En el dictamen de minoría se sacó la prohibición al cambio de uso del suelo y desarrollo de obras durante la restauración de áreas degradadas por incendios u otras intervenciones. En el dictamen de mayoría no hay restauración ecológica.
- Se suprimió la parte en donde se afirma que el Fondo Nacional de Humedales sólo se otorgará a las jurisdicciones que cumplen con el inicio y finalización del Ordenamiento Ambiental Territorial en el plazo que dictamina la ley. También la responsabilidad civil y penal a funcionarios que autoricen gastos con fines distintos a los previstos por la ley (ambos dictámenes).
- Se eliminó el monitoreo, actualización y participación ciudadana en el desarrollo del Ordenamiento Ambiental del Territorio (dictamen de mayoría).
- La Autoridad Nacional de Aplicación, que lidera el Inventario Nacional de Humedales, elimina la participación ciudadana. Asimismo, se modificó la definición de “humedal” con el fin de manipular la cantidad de territorio alcanzado, sujetos y actividades productivas (dictamen de mayoría).
- El comité elaborado para asesorar en la implementación de la ley tiene la insólita participación de Organismos agropecuarios y de la minería (CFA, COFEMIN, INTA) y de cámaras empresariales. Además, se eliminaron a los sindicatos (dictamen de mayoría).
- Se crea el «consejo consultivo», y de diez lugares, el estado defensor del Agronegocio se asegura seis puestos claves.
Por lo que expresamos enfáticamente:
Apoyamos el proyecto consensuado de Ley de Humedales SIN MODIFICACIONES, pedimos el respeto al proceso abierto, transparente, colectivo y multisectorial llevado a cabo por más de 380 organizaciones.
Ninguno de estos proyectos de ley, ni el dictaminado por mayoría (JxC/PRO) ni el de minoría (L. Grosso de FdeT) protegen nuestros territorios.
- No priorizan los ecosistemas y la calidad de vida de la ciudadanía y de los bienes comunes. No nos aseguran un futuro libre de explotación y ecocidio.
- No garantizan el cumplimiento del artículo 41 de nuestra Constitución Nacional que permite el establecimiento de “presupuestos mínimos de protección ambiental”.
- No garantizan nuestros derechos a un ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo de las personas y los seres vivos.
- Ni protegen el destino de las futuras generaciones.
¿Qué creemos que es el desarrollo? El verdadero desarrollo es sostenible, tiene en cuenta las futuras generaciones.
Los gobiernos son responsables de seguir fomentando el extractivismo a lo largo y ancho del territorio plurinacional en beneficio de las multinacionales y el FMI, llamando “desarrollo” al ecocidio, prometiendo “puestos de trabajo y soberanía alimentaria” en el país donde más de la mitad de las y los pibes son pobres sin llegar a costear sus necesidades básicas.
Esto que le llaman progreso, es extractivismo.
¿Hasta cuándo el sistema productivo dominante en nuestro país va a seguir atentando contra nuestra salud?
Solo confiamos en la fuerza de nuestra movilización y organización para ponerle un freno al rumbo acelerado de la crisis ambiental producida para que unos pocos sigan aumentando sus cuotas de ganancias.