Nota publicada el 18/02/2022 en La vaca
En Corrientes ya se quemaron casi 800 mil hectáreas, el 9% de la superficie provincial, y la sequía de lluvias continúa. Emilio Spataro es investigador y activista en defensa de los bosques desde hace casi dos décadas, inspirador del grupo Guardianes del Iberá y coordinador de la Campaña Bosques y Biodiversidad de la organización no gubernamental Amigos de la Tierra, y en esta nota para lavaca divide en tres actos la actualidad del trágico escenario correntino. El monocultivo, la política, las corporaciones, las prevenciones ignoradas. Y la respuesta social ante el desastre.
Por Emilio Spataro
Primer Acto. Una provincia que se decide por un modelo donde, de un lado del alambrado, hay áreas protegidas de conservación estricta (principalmente el Parque Nacional Iberá), y del otro, el extractivismo intensivo de los monocultivos forestales (pinos y eucaliptos), mega arroceras y estancias ganaderas. Un modelo donde las comunidades guaraníes, los campesinos y los pescadores no entran en la ecuación del diseño del territorio. En esa concepción binaria de producción intensiva/conservación estricta, toda ley (como la de humedales) o propuesta productiva diferente (como la agroecología) es rechazada virulentamente por los sectores económicos concentrados, representados en el gobierno correntino. Incluso la oposición a la sanción de la Ley de Humedales fue explícita no solo por parte de Sociedad Rural, la Asociación Forestal Argentina o la Asociación Correntina de Plantadores de Arroz; también fue institucional con el Senado correntino como expresión de ello.
Segundo Acto. Luego de casi dos años de sequía extrema, producida por el fenómeno climático natural de La Niña (pero que se repite más seguido, por el cambio climático), que, entre otras cosas, se expresó en una bajante histórica y sostenida del río Paraná, las condiciones para el desastre estaban a la vista. Habría fuego, era sabido, y hoy hasta los mismos funcionarios del Gobierno correntino vinculados al agro lo plantean abiertamente. Y es que el apego a los negocios propios es siempre mayor a cualquier lealtad partidaria. Jorge Vara, diputado nacional y empresario arrocero, ferro militante anti ley de humedales declaró a un medio local de corrientes: “Ya se sabía desde septiembre u octubre que podíamos tener una seca fuerte en el área y lo que podía llegar a pasar (…), las provincias no pueden estar dependiendo tanto de Nación, tienen que prepararse para valerse por sí mismas”1.
Tercer Acto. El pueblo combate las llamas mientras saca conclusiones obvias que el poder político aún decide ignorar: “Era mucho riesgo tener plantaciones forestales rodeando los pueblos y parajes rurales. No fue nada bueno forestar sobre humedales hasta secarlos y destruirlos”. Desde principio de enero, organizaciones sociales, ambientales y de bomberos, junto a ciudadanos de a pie, conforman la Asamblea Provincial Basta de Quemas, alertando de la grave situación e intentando sacar de la inacción veraniega al gobierno de Corrientes. Mientras, en el campo, cientos de bomberos voluntarios sumados a voluntarios que no son bomberos llevan más de 45 días de trabajo y esfuerzo para contener las llamas con lo que se puede. La intensidad del trabajo ha producido varios accidentes tanto de aviones hidrantes, como de vehículos, lamentándose el fallecimiento de un bombero (José Luis Mombaj, 11/01/2022) que iba a atender un incendio. Heridas varias en decenas de bomberos son el recordatorio en el cuerpo del drama que se vive. Entre los vecinos, las pérdidas de las casas, y la poca infraestructura rural agiganta el problema social en épocas de prolongada crisis económica.
El nombre de la obra está abierto, porque los actos aún no ser terminaron: las condiciones ambientales que propician el desarrollo de los incendios siguen intactas. Existe muchísima vegetación seca acumulada en los campos y no hay pronósticos de grandes lluvias. La sequía se extenderá hasta la primavera. Es la verdadera temporada histórica de los fuegos.
¿Cuál es la relación entre extractivismo y los incendios?
Es directa. Si bien el fuego es parte de la dinámica natural en ecosistemas de sabanas y pastizales, como los de Corrientes, y también es cierto que el manejo cultural de los mismos por parte de los pobladores y campesinos es histórico, lo que hoy ocurre es otra cosa.
Los incendios naturales forman parte de menos del 10 % a nivel mundial. El 90% son producidos por el ser humano con distintos grados de intencionalidad y objetivos. En Corrientes es evidente que muchos de los focos tuvieron como objetivo la expectativa de eliminar humedales (con vegetación en estrés hídrico por la sequía), sabanas y bosques nativos, para dar paso a nuevas pasturas para el ganado u otros usos. Esto, si bien está expresamente prohibido por la nueva ley del fuego, no escapa a la realidad.
Por otra parta algunos fuegos han sido iniciados con la intencionalidad de evitar incendios mayores (sic) por la gran acumulación de vegetación seca y se han salido de control. En ese contexto el riesgo de incendio aumenta significativamente en las áreas donde los humedales han sido reemplazados por forestaciones y eucaliptos. Esos árboles exóticos no solo son más propensos a al fuego, sino que elevan la altura de los mismos, cobrando las llamas dimensiones dantescas. La libertad absoluta dada a los empresarios del sector forestal para plantar árboles sobre cualquier ambiente, los ha llevado a plantar hasta encima de parajes y pueblos, cuyos pobladores hoy deben auto-evacuarse ante cada foco de incendio nuevo.
Hace tan solo unas horas, en comunicación con el líder campesino Adrián Obregón, del paraje rural Montaña, en el Municipio San Miguel, decía: “Emilio, hace 8 años que venimos alertando que las plantaciones forestales de Harvard son un peligro, ahora que se quema todo nos dan la razón”2.
Bueno, el precio de la razón para los pueblos es dramáticamente claro.
Notas:
- Recuperado de: https://www.corrienteshoy.com/info-general/corrientes-exministro-de-produccion-expuso-falta-de-prevision-del-gobernador-ante-los-incendios.htm
- 3 mil hectáreas de plantaciones forestales ardieron en la estancia Celina, propiedad de la Harvard. https://www.corrienteshoy.com/interior/incendios-mas-de-3-mil-hectareas-ardieron-en-san-miguel.htm