Desde Borrador Definitivo charlamos con Ismael Jalil, el “turco” Jalil como cariñosamente se lo conoce a este  referente de la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi), e integrante de la Red Nacional de Abogados contra la Represión. Eso lo convierte, a nuestro entender, en una voz más que autorizada a la hora de reflexionar sobre el evidente avance represivo de este gobierno que, según sus palabras, han producido un cambio de régimen.



Borrador Definitivo: Gracias Ismael por prestarte a esta charla, antes que nada quería preguntarte qué es la Red Nacional de Abogados contra la represión.

Ismael Jalil: Hola, es para mí un gusto charlar con ustedes. Esa red se armó precisamente como consecuencia de la aparición del gobierno de Milei, se coincidió entre todos los colegas y compañeras y compañeros del mismo palo; y de diferentes palos también, porque aquí lo integramos todos. A diferencia de lo que hacen las corrientes políticas, que tanto tardan en generar la unidad, nosotros hemos decidido que frente a la máxima advertencia de represión que significaba el gobierno de Milei, y que hoy lo tenemos en la práctica ya concretado, era necesario dar una respuesta conjunta y mostrarle una herramienta al pueblo argentino para que se puedan defender de estos atracadores de toda esperanza. Así que formamos esa red, y en ella  confluyen abogados y abogadas de todos los palos, desde peronistas, independientes, troscos, todo el amplio arco de las compañeras y compañeros que trabajan en la defensa de los derechos humanos, la reivindicación de los derechos humanos.

BD: ¿Cuándo crees vos que se dio ese punto de inflexión en la política represiva?

IJ: Yo el punto de inflexión lo ubiqué en junio del año pasado, cuando se dio la movilización por el tema de la Ley Bases, donde yo entendí ahí que había un cambio de régimen. Cuando digo que hay un cambio de régimen, lo que digo es que pasamos absolutamente a la historia el concepto que teníamos de la democracia, aún de la democracia burguesa. Con esto quiero decir que ni siquiera las garantías y derechos elementales que consagra una constitución de carácter burgués, como es la que a nosotros nos rige, están vigentes. Hoy lo que está vigente, o mejor dicho, lo que viene vigente desde junio del año pasado, es un estado de excepción en el cual lo normal es lo que, aun en esta democracia, debería ser la excepción, porque hoy lo normal es la no vigencia de esos derechos y esas garantías elementales. Con una cualidad que tienen estos tipos, que es que están tratando de instalar, con  mentiras, una especie de sentido común que respalde esta decisión política de cambiar el régimen sin haber pasado por los mecanismos tradicionales que nosotros conocíamos. ¿Qué quiero decir con esto? Nosotros estamos viviendo bajo una autocracia. Una autocracia es, si se quiere, no solo el gobierno de una sola persona como un emperador. Eso es el conocimiento más formal que nosotros tenemos de la autocracia. También puede ser la autocracia el imperio o el gobierno que ejerce un determinado sector, con absoluta negación, ninguneo, exterminio o como vos quieras llamarle, de cualquier otro que piense diferente. Entonces tienen un aparato estatal con el cual los tipos salen a decir y a hacer y a efectivizar cualquier tipo de cosa.

BD: Vos tenés razón. De hecho, en la represión contra jubilados, hemos visto algunas cosas, casi un compendio: infiltrados, canas plantando armas, detener a niños de 12, 14 años.

IJ: Todas cosas que se hicieron siempre. El tema es que ahora lo que tienen es el aval y el plácet definitivo y descarado de quienes son sus superiores y del gobierno, ¿no? Es decir, esta es la diferencia sustancial. Porque esto de colocar un arma, o “un perro” como se dice en la jerga, eso de colocar un arma para que pase alguien, la agarre y después te lleven, bueno, nosotros lo hemos visto muchas veces con compañeros y compañeras que estúpidamente, pero no con mala fe, levantan por ahí un casquillo de gas. Y entonces, claro, después los agarran y les dicen, portaban encima tal cosa. Hasta que vos determinás que eso fue tirado por otro, que no tiene nada que ver con el compañero que lo recogió, que tiene una fecha de vencimiento, que tiene una fecha de emisión y todo ese tipo de cosas. Y que además estaba inventariado como perteneciente a la fuerza policial tal. Hasta que todo eso pase, el compañero está en prisión. Entonces, cuando eso se conocía, entonces aparecía el sumario interno, la baja del policía en el mejor de los casos. Hoy ya se renunció a eso, me explico. Hace un año, unos meses atrás, se gaseó a una criatura en medio de la plaza, a la vista de todo el mundo, y la causa no va ni para atrás ni para adelante. Y no solo eso, el policía ni siquiera es apartado temporariamente para saber qué es lo que pasa, sino que además está facultado para intervenir en nuevas represiones como lo que ocurrió el mismo miércoles, que estaba ahí. Entonces, eso por un lado. Por otro, que una ministra salga a decir que una mujer de 81 años, que se mueve con un bastón, es una patotera, bueno, estamos hablando de otras cuestiones. Cuando nosotros estamos viendo los volantes que se tiraron, fabricados desde el mismo poder, para inculcar a la población de que supuestamente la izquierda trotskista es la que está llamando a romper todo, más allá de lo absurdo y de lo elemental que significa pensar en quién reparte un volante para romper todo y le pone la firma, es un absurdo. Pero bueno, todas estas cosas son las que refieren claramente que los tipos están en una instancia completamente diferente a la de otras épocas y que la democracia se terminó. Hoy lo que nosotros estamos atravesando es un proceso autocrático y en ese proceso autocrático es factible que un tipo con muy poca dignidad como es Soto haya escrito una denuncia tan bochornosa como la que acaban de hacer, porque le salió el tiro por la culata con la jueza Andrade. La jueza que dijo “Esto que me traen acá es cualquier cosa, todo el mundo en libertad y se terminó la historia”.

BD: Ahora, ¿a qué refiere esto?

IJ: Esto refiere algo que hace muchos años también nosotros veníamos advirtiendo. Cuando a mí me toca hacer la defensa de Alejandro Bodart por el tema Palestina; Bodart es procesado y es llevado a juicio oral por haber expresado su repudio al sionismo y al ente llamado Estado de Israel. Sin embargo, en primera instancia, todos los pasajes de primera instancia, fueron teniendo absoluciones, sobreseimientos y absolución. Fuimos a la Cámara porque la DAIA apeló, y cuando vos vas ascendiendo en el nivel de integración de tribunales, ahí notas que inmediatamente cambia el criterio, y entonces hacen lo que queda al servicio del poder. ¿Esto qué significa? Que todavía un juez o una jueza de primera instancia tienen un margen de libertad y conservan una dignidad que han perdido una gran parte de los jueces que integran las instancias superiores, porque están comprometidos y firman lo que el poder necesita. Entonces, a estos tipos lo que les pasó ahora es que al caer en la jueza Andrade, no pensaron o no esperaban o no conocían o no tenían en cuenta que iba a resolver del modo en que resolvió. Entonces, es tal el grado de impunidad con el que se manejan que hasta se relajaron en lo más elemental, que es que cuando vos llevás detenida a una persona, tenés que decirle al juez por qué la detuviste y eso no se lo dijo. Entonces eso te da una idea del grado de impunidad en el que están estos tipos manejándose.

BD: Y ahí aparece esta cuestión delirante del golpe de Estado y del intento de aplicar la figura de sedición.

IJ: Claro, claro, una barbaridad, que ya lo habían intentado. Por eso vuelvo a insistir, esto que ahora hace el abogadito éste, Soto, el de la ministra, ya lo había hecho en junio el propio fiscal Stornelli; había hecho exactamente lo mismo cuando le propuso a la jueza Servini de Cubría investigar los mismos delitos. Es decir, cada vez que el pueblo se manifieste, en realidad lo que está haciendo es una forma de sedición o levantarse para dar un golpe de Estado. Eso es la lógica que quieren emplear. Están a la espera de que algún juez la aplique, de modo tal de que un día encarcelen a alguien por 20 años para terminar con la protesta social.

Yo en esto quiero ser muy claro. No hay una sociedad militarizada. Hay que tener en cuenta esto. Lo que estamos viviendo y atravesando es una etapa de una sociedad policializada, porque el enemigo interior que han determinado, no es el mismo enemigo interior de los años 70. En aquellos años, el poder dice “Acá tenemos un enemigo y ese enemigo son las fuerzas subversivas, el ERP,  Montoneros, la FARC, etcétera, etcétera, etcétera”, que además de estar armados, pretenden un cambio de sistema e instaurar otro, por ejemplo, socialista. Hoy no es así la cosa. Hoy no hay grupos armados, hoy no hay de ninguna manera una protesta que implique el cambio del sistema social. Hoy la protesta va camino a decir que esta nueva reformulación del capitalismo nosotros no la bancamos. Pero no se está  proponiendo un cambio social como se proponía en los 70. Se está proponiendo, lisa y llanamente, una resistencia a los cambios que el capitalismo está introduciendo en su modo de producir. Porque es un modo de producir que no tiene nada que ver con el que conocimos históricamente, sino que hoy es plata haciendo plata, entonces hoy ya pesa mucho más la criptomoneda, la megaeconomía, la macro y las timbas financieras y el Carry trade y los Caputos de la vida. Entonces hoy lo que se hace es plata con plata. Eso es absolutamente una tendencia actual del capitalismo que lleva a concentrar cada vez más riqueza y esa concentración de mayor riqueza genera en la mayoría de las poblaciones un sistema de depredación y de descomposición que lleva a que haya algunos que ya se resignaron y entonces viven así atávicamente. Y después hay pueblos como el argentino que no dio la última palabra diciendo me entrego, que históricamente ha tenido una capacidad de resistencia y que dice nos paramos de mano frente a todo esto, hasta acá llegamos. Y a mí me parece que la respuesta del poder tiene que ver con eso. La respuesta del poder dice: “No podemos caer con los milicos en las mismas condiciones que en los 70 porque del otro lado no existe un justificativo armado. Pero sí podemos, con las fuerzas que tenemos hoy a cargo de la seguridad, ejercer una represión con apariencia de legalidad”. Esa apariencia de legalidad es lo que, de algún modo, los legitima frente al mundo. Cuando nosotros podamos romper esto en el sentido de mostrar que es una apariencia, que no es legal sino que es una apariencia de legalidad, entonces yo creo que ahí vamos a estar pensando seriamente en revertir la correlación de fuerzas que por el momento es negativa y que creo que tiene más que ver, sin ningún lugar a dudas, con la ausencia de una alternativa eficaz, seria, que yo creo que hay que planteársela cuanto antes y que hay que dejarse de joder con los análisis de saliva y hay que unificar a todos los que no estamos para nada de acuerdo con que en la Argentina impere una autocracia con este sujeto que tenemos en el poder.

Entonces me parece que hay un llamado de atención hacia el propio palo para decir: bueno déjense de joder, termine el peronismo con esta necesidad de negar a la izquierda, termine la izquierda con esta necesidad de muchas veces tener manifestaciones gorilas, bajemos algunas pretensiones insanas de unos y otros, unifiquemos y por lo menos pongámonos de acuerdo  para echar a este gobierno, porque este gobierno no tiene nada que ver con la democracia, hay mecanismos que hay que emplear para echarlos a la mierda, hablando claramente, porque eso es lo que necesitamos cuando vos tenés un gobierno autocrático que te niega a la democracia y a la constitución, por más burguesa que sea, la democracia y las constituciones.


Lista de teléfonos para la defensa ante situaciones de represión estatal en Capital y Gran Buenos Aires:

  • CORREPI – 📞 1144170659
  • CADH – 📞 1124834233 / 1152276536
  • CADEP – 📞 1136370721
  • CODESEDH – 📞 1161045385
  • CTA Autónoma –  📞1137045404
  • Liberpueblo – 📞1156544964
  • FAP – 📞 1157440687 / 1140758343
  • FADHUS – 📞1136725111 / 1144082431 / 1123413416 
  • AAJ – 📞1149695392 
  • APDH – 📞 1143728594
  • CELS – 📞 1130184890
  • LADH – 📞1150438661 
  • ACVI – 📞1159364304
  • La Defensoría de Laburantes –  📞1169565608

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