Despliegues militaristas, declaraciones homofóbicas y xenófobas; abierta reivindicación del terrorismo de estado y los genocidas; represiones brutales, detenciones arbitrarias, armado de causas. Desde la asunción del gobierno de Milei, estos hechos se vienen repitiendo constantemente. Hablamos con Érika Lederer, miembro de Asamblea Desobediente y defensora de los DD.HH. sobre este ambiente represivo, simbólico y material.

Entrevista por Elizabeth Moretti

Incluso desde antes de su asunción, el actual gobierno viene dando muestras de reivindicación del terrorismo de estado. El último (por ahora) episodio de esto, fue la visita que cinco diputados de La Libertad Avanza hicieron a un grupo de genocidas en la cárcel de Ezeiza. Cuando se los cuestionó por ello, los legisladores respondieron provocativamente que habían ido a visitar a “ex combatientes contra la subversión”.

La presente entrevista fue realizada antes de este último hecho, pero después de los actos conmemorativos del 9 de julio, en los que se expresó esta misma intención política por parte del ejecutivo. Érika Lederer es miembro de Asamblea Desobediente y defensora de los derechos humanos. Su historia personal y familiar puede parecernos atípica, pero es la de muchos y muchas. Ella la cuenta de esta forma:

“Yo soy Érika Lederer, hija de un genocida, Ricardo Lederer, segundo jefe de la maternidad clandestina de Campo de Mayo. En el 2017, cuando se intentó el 2×1, fundé junto con otras compañeras, Historias Desobedientes y actualmente milito en Asamblea Desobediente. Y algo en particular es que mi padre, además de ser médico militar, comando, etc. Él era y fue carapintada, estuvo en los alzamientos en el ‘87, particularmente en el alzamiento de Campo de Mayo”

Borrador Definitivo: Justamente de eso queríamos hablar. Hubo un montón de cosas que rondando los actos del 9 de julio (despliegues militaristas, las declaraciones homofóbicas de un diputado…). Y también algo que vos referías en tus redes sociales: en un acto en Ciudad de Buenos Aires, colgaron una bandera que decía “Los carapintadas tienen razón”. ¿Esto forma parte de toda una construcción simbólica de parte del gobierno, de reivindicar el terrorismo de estado?

Érika Lederer: Sí, en ese sentido, lo que vemos es que se exaltan los valores patrios, pero identificados con las fuerzas armadas. Y lo que yo observo es que tenemos, no desde ahora pero sí desde la asunción de este gobierno, un reforzamiento del orden simbólico represivo, a través de todo esto que pudimos ver, por ejemplo, en el día de la independencia. Y también un reforzamiento de tipo material del orden represivo. Y esto lo vemos en la persecución y criminalización de la protesta social, por ejemplo con los detenidos de la ley bases; o por ejemplo con la represión que venimos teniendo -porque no fue una única vez sino que se viene dando-. Pero por ejemplo, el compañero Matías Aufieri, abogado de la CeProDH, que perdió la visión de un ojo (producto de la represión).

Quiero decir. El día de la independencia dejó plasmado algo que ya se viene dando y que o vemos a diario, con las vayas impidiendo la libre circulación en lugares cercanos al Congreso o a Plaza de Mayo;  con las distintas fuerzas de seguridad haciendo pompa a diario. Porque tenemos, por el plan económico que se viene aplicando de ajuste, miseria y de hambre, por lógica tenemos movilizaciones muy seguido. Y ahí venimos viendo este reforzamiento, tanto simbólico, cuando pasan con las motos intentando infligir terror a la población, con la impunidad que manejan. Y esto no se queda en algo simbólico, sino que pasa a ser algo material, porque efectivamente reprimen, aplican el protocolo, la ley antiterrorista.

Y un punto importante es este: los carapintadas incurrieron en el delito de sedición. Y hoy en día tenemos que ver en el acto del día de la independencia, banderas que reivindican esto. Sedición y atentado contra la democracia, etc. Por otro lado, tenemos los compañeros que todavía están detenidos, Daniela y Roberto, que no hicieron absolutamente nada más que estar en la zona del Congreso en el día de la votación de la ley bases, y a ellos se les imputa el delito, entre otras cosas, de sedición también, ¿no? Entonces, estamos viviendo situaciones que son increíbles que estemos pasando por esto hoy en día.

BD: Pensaba justamente esta contradicción: se reivindica el golpe de estado, mientras que, a quien intenta protestar, se lo acusa de querer dar un golpe de estado o de atentar contra la democracia.

EL: Y además, no olvidemos qué buscaban los carapintadas: buscaban la impunidad; y lograron la sanción de las leyes de Obediencia Debida y de Punto Final. Entonces, el profesor (Daniel) Feierstein decía que la negación y el ocultamiento era la última fase de un genocidio. Bueno, ahora estamos en esa última fase. Y también ante… yo no me quedo en decir que hay un negacionismo, sino que hay una apología y una abierta reivindicación del genocidio; que ya empezó cuando se permitió hacer un acto en la Legislatura, en octubre, si no mal recuerdo, de 2023; que muchos organismos repudiamos en el sentido de que cómo una casa de la democracia va a dar lugar a un acto reivindicatorio de la dictadura, con Villarruel. Me parece que la política que viene dando este gobierno, va hacia lo mismo que buscaban los carapintadas, que es lograr la impunidad. Están desarticulando, con los despidos que se produjeron en el Ministerio de Justicia por ejemplo, en el sector de Derechos Humanos, de cual dependen los sitios de memoria, el intento que tuvieron contra la CONADI (Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad). Son intentos, no solo de borrar todas las políticas de memoria, verdad y justicia; sino también de ir en el sentido de la impunidad, porque hay sectores que, a través del trabajo antropológico, el sector de archivos del Ministerio de Defensa… eran sectores que aportaban a la prosecución de los juicios, con los cuales lograron condenas.

BD: Estas políticas actuales se suman a otros “olvidos” de gobiernos previos. Recordemos el histórico reclamo de muchos organismos de DD.HH., que es la apertura de los archivos de la dictadura, del 73 al 83, que ningún gobierno atendió.

EL: Eso no se logró. E incluso, por ejemplo (Martín) Balza, que hizo un mea culpa en su momento, y se intentó algo así como una democratización de las fuerzas armadas, ni siquiera Balza logró o pugnó abiertamente por la apertura de los archivos. En este sentido quería resaltar algo. ¿Quiénes tenemos como nombres de carapintadas? Tenemos a (Sergio) Berni, que después sabemos los lugares por los cuales estuvo; tenemos a (César) Milani; tenemos a (Aldo) Rico, que después intentó estar en la política. En este caso, Berni, Milani y Rico, estuvieron merodeando la política. Quiero decir, hay que recordar a veces los nombres, porque después los volvemos a encontrar en lo cotidiano, ¿no? Y yo pensaba, ¿qué salidas tenemos ante esto? Ante este despliegue de impunidad de las fuerzas. Yo no creo que exista un partido militar, porque Menem se encargó de eso; quiero decir, con Menem se había terminado lo que es el partido miliar. Pero desde las sombras, los genocidas manejan algunos hilos. Yo siempre digo que Victoria Villarruel es la organización de superficie de los militares. Y en particular, cuando hablo de Villarruel, siempre nombro al “Gato” González, que está cumpliendo condena efectiva. Con el “Gato” González habría escrito tres libros Victoria Villarruel, que los firma ella pero los habría escrito él. Y él está condenado por genocida y por violador. Quiero decir, el mentor de Victoria Villarruel tiene condena por genocida y por violador. Y esta persona, Villarruel, maneja los hilos de nuestro país también. Entonces, hay que también sacarle el disfraz a esta gente.

BD: Al mismo tiempo, lo que nosotros vemos, no sé si compartirás esta visión, es que toda esta búsqueda impunidad de los genocidas de ayer, se hace sobre la necesidad de imponer nuevamente, redoblar o multiplicar, la velocidad del saqueo.

EL: Sí, sí. Ahí coincido totalmente. A mayor saqueo, colonialismo y genuflexión ante el imperialismo; mayor represión, por supuesto. Este modelo de ajuste feroz, no pasa sin una feroz represión. Yo en este sentido me pregunto cuál será la salida que encontrará este gobierno. Si será la militarización de la policía o la policiamiento del ejército. Yo creo que va por una militarización de la policía y lo vemos en las calles a diario.

BD: Mientras nos dicen que no hay dinero, se gastan millones en enormes operativos de “seguridad”, que son en verdad, operativos de represión.

EL: Sí, por supuesto. Ahí te marca el norte de este gobierno, para quiénes gobiernan. Ellos iban contra la casta y gobiernan para la casta. Y me quiero tomar dos minutos para decir, por favor, NO a los despidos, en el Ministerio de Justicia y a todos los despidos que se están dando, que son muchísimos, en el estado y también en el sector privado. Y que tenemos que seguir luchando por la libertar de los dos compañeros que quedan todavía en Ezeiza, Daniela y Roberto, y por el cierre de todas las causas, porque si bien les concedieron la libertad a dos compañeros los últimos días, continúan con las causas abiertas; entonces necesitamos que se cierren esas causas. Necesitamos seguir movilizando en las calles por que no se produzcan más despidos y por las reincorporaciones, y seguir movilizando exigiendo la libertad y el cierre definitivo de todas las causas.

BD: Apostamos por ello entonces. Érika te agradecemos mucho que hayas estado con nosotros y te mandamos un abrazo enorme.

EL: Gracias. Un abrazo enorme. Hasta luego.