
Texto publicado por la Gremial de Abogados
Desde Borrador Definitivo, y con el aporte invaluable de la Gremial de Abogados y Abogadas de la Argentina, venimos siguiendo la situación de las detenidas políticas en Paraguay, Francisca Andino, y Laura y Carmen Villalba; como así también, dándole difusión al pedido de justicia por las muertes de Lilian Mariana Villalba y María Carmen Villalba; asesinadas en septiembre de 2020 por el ejército Paraguayo, y al reclamo por la aparición con vida de Carmen Elizabeth Villalba, «Lichita», desaparecida desde entonces. En este caso, compartimos las primeras reflexiones de Eduardo Soares al volver de visitar a las presas políticas en la cárcel de máxima seguridad en donde están detenidas, una de ellas, incluso, después de haber cumplido su condena. Agradecemos a Eduardo el habernos hecho llegar este documento y el permitirnos compartirlo.
A diferencia de todos mis compañeros colegas de la Gremial que llevan en sus corazones un afecto ilimitado y una sensibilidad humana que les rebaza por los poros, se podría decir que en esos temas de cárceles y represiones, uno es más frío.
Más tranqui.
Todos saben eso.
Porque digo ésto??
Porque no es muy fácil que yo me horrorice en temas represivos.
También, todos lo saben.
Pero ver cómo van asesinando lentamente a esas tres compañeras paraguayas en medio de atroces sufrimientos, es algo que debe enervarnos.
Mientras escribo esto ya rumbo a la Argentina, me cuesta describir lo que ví hace horas.
Y eso que he conocido y vivido en montones de cárceles.
Mis viejos compañeros de las cárceles de la Dictadura no me dejarán mentir si digo que la pasamos realmente mal.
Jodidos mal.
Sierra Chica, Rawson, etc.
Pero Minga Guazú es otra cosa.
Es un lugar creado, diseñado, para el exterminio lento.
Los penales de la Dictadura, los más jodidos y con más salvajismos eran establecimientos viejísimos que debieron ser adaptados para nosotros. Los presos de organizaciones armadas de los 70.
Eso explica fugas espectaculares como Punta Carretas en Uruguay, Rawson en Argentina y tantos otros.
De manera que siempre le buscábamos la vuelta para joderlos a ellos, e incluso hasta para transitar los fusilamientos con dignidad.
Es más, diría que los fusilamientos de nuestros compañeros en las cárceles mostraban la impotencia de nuestros enemigos porque veían que les mojábamos la oreja.
Que no podían exterminarnos.
Esto es distinto.
Minga Guazú es la nueva forma de diseñar el encierro a modo de sucumbir en cuenta gotas.
Es el nuevo modelo de exterminio.
Ni siquiera es el exterminio masivo de los nazis.
Guantánamo, Abu Graib, las cárceles secretas de la CIA, la Base Naval de El Callao dónde tuvieron a Abimael Guzmán 30 años y tienen a Polay Campos y otros, la isla de Imrali en el mar de Mármara donde está hace 25 años Abdalá Ochalam y así tantas.
Son todos lugares de muerte lenta.
Es otra concepción del sufrimiento humano.
Un salto de calidad en la muerte.
Los que idearon el lugar de donde salgo ahora, son tipos con otra cabeza.
Cuadros muy formados que saben lo que hacen.
Y quizás, de alguna manera, puede explicar los déficits de solidaridad, que a veces se dan.
Minga Guazú es una cárcel nuevísima, recién estrenada por las compañeras Carmen, Laura y Francisca.
La Cárcel es del Ministerio de Justicia.
La seguridad externa del Ejército.
Cuando uno ingresa se topa con una patrulla móvil del Ejército que portan fusiles norteamericanos F 16.
Parecen bastante viejos.
Y un Vehículo artillado, el famoso Hummer gringo que está apuntando a la Entrada principal armado con una ametralladora pesada calibre 50 y todas las municiones a la vista y preparadas.
Parecen como si aguardaran un asalto del Ejército Rojo.
De rejas adentro chicos y chicas muy jóvenes.
Nadie supera en mucho los 20 años.
Casi todos se mueven con los rostros cubiertos.
Una piba me confesó que tenía 18 años.
Algunos se cubren el rostro con máscaras con dibujos de terror, estilo cómics.
Trabajan un sistema de 24 hs. seguidas por 48 de descanso.
Pude hablar con varios de ellos.
Son apenas chiquillos de clases bajas, que no muestran convencimiento ni formación ideológica.
Todos ellos, son los que tienen bajo su control a las compañeras.
Carmen como todos saben cumplió íntegramente su condena.
Lleva más de 20 años presa.
Y con una excusa inventada, lo que se llama «causa armada».
Le aplicaron una condena nueva casi igual.
Carmen es una comunista convencida. No es una mina fácil de quebrar.
Vivió, estando presa el asesinato de su hijo mayor y la desaparición de una de sus mellizas.
Yo no la veía desde antes de la pandemia.
Obviamente me encontré con una Carmen con la misma cabeza. Con la misma entereza.
Dispuesta a resistir lo que sea a como sea.
Pero Carmen no está bien de salud por serios problemas respiratorios.
Me explicó los padecimientos que lleva cada vez que la sacan.
No es una capucha lo que les ponen en la cabeza, sino una, dos y hasta tres sacos de tela muy pesada que les impiden respirar.
Sacos siempre usados y sucios al extremo.
El encierro es total, 24 hs, aislamiento absoluto.
Separadas entre ellas por metros pero no pueden verse.
Solo apenas gritarse.
Dos requisas al día donde les revuelven y deterioran todo.
Siempre con esas bolsas y encadenadas a la espalda.
Carmen padece mucho esos encapuchamientos diarios.
No tiene su nebulizador y no puede tratar su enfermedad.
Francisca lleva más de 20 años presa y su salud es realmente grave.
Casi no puede mantenerse en pie por una artrosis avanzada que le afectan sus piernas.
Y presión altísima.
Tiene 65 años y, en teoría, cumpliría su condena en dos.
Pero en Paraguay eso jamás ocurre.
Francisca tuvo una visita de familiar y le hicieron la vida imposible a la salida.
Interrogadores la presionaron sobre el origen del dinero para comprarle alimentos o temas de su vida personal.
Carmen y Francisca necesitan con urgencia medicamentos que jamás llegan.
El joven e insistente abogado Salvador ha pedido a los jueces que lleven a Francisca a un Hospital extra muros pero hasta ahora nada.
Laura está recientemente condenada a más de 30 años. Es re joven y se la ve muy fuerte. y «alegre» si se me permite el término.
Diría de buen ánimo.
Es la mamá de una de las niñas de 11 años asesinadas por el Ejército.
Quizás su profesión de enfermera matriculada en Argentina también la ayude.
Ataca su aislamiento absoluto como hicimos siempre los presos políticos de todos los tiempos: con el ejercicio.
Reventarse ejercitándose para estar bien y también para ayudar a descansar mucho de noche.
Laura no será doblegada.
Ahora le están permitiendo cada 15 días tener una conversación (controlada) con sus cuatro niños.
Si coinciden el día de la llamada con una visita, no le permiten la llamada.
Hablar con sus hijos no es mucho, pero vaya que ayuda.
Jamás en mi vida presencié una interna traída con doble capucha y completamente engrillada a su visita familiar.
El calor que hace en Paraguay es tremendo.
Imaginarse ese clima en una celda de dos x dos, es directamente insoportable.
Para que todos y todas se den una idea de lo que estoy hablando.
1- La comida diaria no existe.
Harinas remojadas mal cocinadas o quemadas.
Proteínas, nada.
Ni carne, ni leche, nada de nada.
2- Necesitan agua.
En la celda tienen un retrete y una canilla con agua salada.
El agua es lo que más necesitan.
Deben pedir agua a las funcionarias del Ministerio de Justicia.
Les proveen agua cuando pueden o quieren y en escasas raciones.
Necesitan agua desesperadamente.
O sea que no tienen comida ni agua.
Y se debilitan.
El tremendo carrito colmado hasta arriba (con leche, queso, frutas, etc) que pude ingresar, les puede durar no más de dos o tres días.
Desde Paraguay como ya dije, con algo de reproche y bronca, no ingresa nada.
Lo que les llega es cada 15 días cuando alguien puede hacer cientos de km. desde Argentina e intentar cargar semejante peso como se hizo hoy.
Presten atención a esto: hace unos días estuvo el Vice Ministro de Justicia del Estado Paraguayo.
Se acercó a Francisca y le hizo una pregunta que parece un chiste «Ud como está?».
Ella le dijo simplemente «necesito mucho tomar agua».
El tipo le dijo que «por ahora deberá arreglarse con lo que le dan»
O sea, una taza de agua.
Le aclaró que más adelante se verá.
Eso es el Estado Paraguayo.
Los jueces y fiscales ídem.
El agua y la comida podría ingresar desde afuera pero…, hoy, ahora, no hay quien pueda hacerlo.
Les llevé toallas de mano que valoraron como oro.
Porque podrán humedecer esas toallas y mojar un poco los colchones para poder dormir soportando el salvaje calor.
Aún el ánimo más alto, producto del convencimiento ideológico, puede ser socavado con este sistema de vida.
Les digo a decenas de mis compañeros de años de prisión que con este régimen de exterminio dudo que los hubiéramos podido burlar como lo hicimos en la Dictadura.
Creo, que sobre cárceles, nuestros enemigos aprendieron muchísimo.
Lugares como Carabanchel en España, La Sante en Francia, Devoto o Rawson en Argentina ya no sirven para el diseño de exterminio lento.
Minga Guazú sí.
Creo que estos lugares se atacan y destruyen desde afuera.
Mis compañeros y compañeras de la Gremial redoblaran esfuerzos pateando puertas de organismos internacionales seguramente.
Pero… cada día en Minga Guazú deteriora la vida y seguramente la Campaña unificada sabrá buscarle la vuelta.
La Gremial también lo hará.
Para dar un ejemplo de cómo seguirán exponiéndolas a más y más deterioros.
Como dije, ellas no ven rostros, salen y regresan de sus celdas con cabezas cubiertas.
Los médicos las atienden esposadas y a todas las consultas y visitas van esposadas y cubiertas.
Ante el médico le sacan las dos o tres bolsas delante del tipo, y terminada la consulta, nuevamente la bolsa.
El médico no pone ninguna objeción.
Tampoco los fiscales que las han entrevistado.
Aparentemente la disposición procesal paraguaya dispone que ese tipo de régimen carcelario no puede aplicarse por más de seis meses.
En ese lapso debe haber un dictamen psicológico indicando si procede un régimen más abierto.
Pero los psicólogos y psiquiatras son de ELLOS, y, al igual que en Argentina dictaminarán lo que el Gobierno les indique.
Transcurrieron los seis meses.
Laura y Carmen se negaron a la evaluación psicológica.
Francisca probó con presentarse. La entrevista no sirvió para nada.
Las compañeras me preguntan por la posibilidad de que puedan intervenir psicólogos que no sean empleados del Ministerio de Justicia o del sistema carcelario.
Dije que averiguaría.
Entiendo que el Estado paraguayo, que no permitió el ingreso de los funcionarios de la ONU ni aceptó al prestigioso Equipo Argentino de Antropología Forense para pericias a los cadáveres de las niñas, mucho menos aceptará profesionales de la salud mental a ingresar a entrevistarlas. Y menos si vienen desde afuera del Paraguay.
Pero bueno, son temas que nos muestran la gravedad de la situación que padecen.
En definitiva, queridos compañeros y compañeras de todos los lugares donde lean esto.
El Derecho Penal del Enemigo no es un invento de la Gremial.
Existe y se aplica a rajatabla.
Hoy son las tres compañeras en Paraguay.
Pero lo vemos en Argentina y otros lugares.
Como siempre decimos, la Gremial tiene limitaciones de todo tipo que paliaremos entre todos con más trabajo y más Organización.
Pero en el caso específico de estas compañeras nuestras, la situación es urgente.
La Gremial hará más allá de sus de sus límites para ayudar a sacarlas de ese infierno.
Un fuerte abrazo a todos y todas
