Como espacio no somos indiferentes y tomamos partido. No nos sumamos ni a las opciones de Bulrrich, que no es solo una balbuceante acusada de alcoholismo (dejen tranquilos a los bebedores) ni al “gatito” Milei, que poco tiene de gato y mucho de peligroso. Tampoco nos sumamos al “malmenorismo” que nos propone votar a Massa, el amigo de la embajada yanqui y los grandes empresarios.
Nuestra postura electoral es que no hay que votar a ninguno de los tres candidatos con posibilidades de ganar, que no hay que votar ajustadores ni represores.
Seguir leyendo