En la editorial del último sábado de Borrador Definitivo debatimos sobre la crisis del régimen político capitalista, la peleas de las facciones de los partidos del régimen para postularse como los administradores de los patrones, el rechazo creciente expresado en la abstención y el voto en blanco. Es en este marco que pensamos sobre la política de las organizaciones del FIT-U y otras organizaciones de izquierda frente a este proceso electoral.
Te invitamos a escucharla:
- El FITU: de las expectativas de una década atrás de poder construir un espacio de reagrupamiento amplio de la izquierda a una “cooperativa electoral” de conveniencias partidarias.
- De la justa denuncia a las PASO como un mecanismo proscriptivo y antidemocrático, a utilizarla para una pelea de aparatos de figuras y cargos expectantes de las dos listas que se presentan, y de cómo esto expresa esos mismos criterios en la intervención de las luchas. Ese mismo aparatismo que los lleva en el terreno de la lucha de clase, de los sindicatos, de los barrios, en general a una intervención donde actúan priorizando su propia construcción y los intereses de aparato.
- La fragmentación de las organizaciones de izquierda expresada en el terreno electoral (recordemos además las candidaturas del Nuevo MAS y del PO tendencia) que poco y nada aporta al reagrupamiento, no solo de pequeñas organizaciones y espacios, sino a una espacio de militantes sin partidos que numéricamente es muchos más grande que las propias organizaciones.
- De cómo se actúa frente a las lógicas diferencias políticas dentro de la izquierda y la necesidad de un debate amplio y fraternal (cosa que a las vista no existe) y un accionar conjunto frente a la realidad actual marcada por la ofensiva de los partidos del régimen y los gobiernos, la resistencia obrera y popular y el descredito de las instituciones del régimen capitalista.
- Frente a la crisis del régimen, a la putrefacción de la política de los partidos burgueses y a la creciente bronca por abajo expresada confusamente en la abstención electoral y el voto en blanco, es necesario que la izquierda, mas allá de su programa “escrito” levante con claridad (cosa que no está haciendo) una clara denuncia al régimen político, al funcionamiento de las instituciones (incluidas las propias elecciones y el Parlamento) como instrumento político de dominación para sostener el saqueo y la explotación. No se trata de “tener” diputados para ponerlo al servicio de las luchas ( lo cual no está mal pero consideramos absolutamente insuficiente), sino de utilizar todas las herramientas de campaña para denunciar estos mecanismos de la “democracia representativa” y para incentivar la auto convocatoria de los trabajadores y sectores populares y su autodeterminación para crear sus propios organismos (dicho de paso, como viene ocurriendo en las luchas en curso de muchas provincias como Salta, Jujuy, Misiones, etc.) y darle la clara perspectiva de un gobierno de los trabajadores asentado en la democracia directa.