El otro aspecto que nos interesaba debatir en relación a la campaña electoral, es el lugar que ocupa (o no) la problemática ambiental en la misma. Y nos interesaba hacerlo escuchando las voces de las asambleas, de los luchadores y luchadoras que día a día piensan las estrategias para defender la vida y los territorios.

A ellos y ellas les preguntamos dos cosas:

  1. ¿Cómo ven, desde el movimiento ambientalista y anti extractivista, la campaña que están desarrollando los tres candidatos con posibilidades de ganar en estas elecciones? ¿Hay grandes diferencias entre unos y otros candidatos?
  2. ¿Cómo sigue la lucha anti extractivista después del proceso electoral?

Y estas fueron sus respuestas:

Claudia Ermili, vive en Esquel, provincia de Chubut, y forma parte de esa mayoría de la ciudadanía que, desde hace más de 20 años, viene plantándose en defensa de su ambiente, protegiendo el aire y el agua ante los intentos de los sucesivos gobiernos de avanzar con la megaminería en la provincia.

Si tengo que remitirme a los tres candidatos que tienen posibilidades de ganar las elecciones, yo observo que ninguno de los tres tiene en la agenda el buen vivir o el ambiente sano para vivir. Por suerte, en el último debate la ciudadanía votó el tema y se pudieron explayar, pero realmente no se explayó ninguno de los tres que tienen posibilidades. Sí se explayó la candidata de la izquierda en cuanto al ambiente.

Yo creo que éste es un modelo capitalista, patriarcal, extractivista que es muy difícil de superar aquí en Argentina. Mucha gente -no solo los políticos- tiene la idea de que nosotros somos el granero del mundo, el supermercado del mundo; hay que producir, producir a cualquier costo para exportar. Yo creo que el modelo de desarrollo capitalista nos ha llevado a esto y lo que tenemos que apuntar es a un modelo de desarrollo a escala humana. No podemos desarrollarnos infinitamente en un planeta que es finito. Así que me parece un futuro bastante oscuro y no veo que esté en la agenda. Va a haber que impulsar una agenda desde la gente, desde las bases, para que pongan el foco en esto que nos va a llevar por muy mal camino.

La lucha antiextractivista va a seguir en la calle, como debe ser. “La lucha por los derechos humanos es la lucha por alcanzarlos”, eso dice un mural que tengo acá al lado de mi casa, porque sin acceso a un ambiente sano no es posible realizar ni garantizar ningún derecho humano. No queda otra que seguir, no solo en la calle, sino formándonos, educándonos. Tenemos 20 años en el lugar donde vivo de lucha en contra de la megaminería. Seguimos saliendo todos los cuatro de cada mes. A veces somos pocos, otras veces somos muchos. Cuando hay alertas la gente sale de la calle y se han logrado algunas cosas como revertir leyes. Ha habido costos muy grandes, con gente herida, torturada, judicializada, criminalizada, pero bueno, no queda otra.


María Teresa, más conocida como “Guny”, es parte de la Asamblea por la Defensa del Agua en Mendoza, que lleva adelante una lucha incansable en defensa de la ley 7722, que prohíbe el uso de materiales tóxicos en la minería en la provincia.

Ante las preguntas de cómo vemos, los sectores del movimiento ambientalista y antiextractivista, qué está pasando en esta campaña y cuál es nuestra visión hacia candidatos que pueden llegar a salir presidentes; en realidad el modelo desarrollista y extractivista está intacto en todas las propuestas. También es importante decir que, en este momento que hay un gobierno que se supone que podría ser la mejor opción de estos tres presidenciables, en los hechos las políticas son de persecución, de negacionismo y de seguir apostando, por ejemplo, a cosas como Maca Muerta, a la sojización, y a todo esto que dicen en la misma campaña. No hay que olvidarse que Massa dijo que la cordillera era como un queso que había que tratar de dividi de la mejor manera. Y esto frente al negacionismo de cambio climático muy explícito de Milei, o a lo que se vivió de persecución política hacia los luchadores y luchadoras ambientales en la época de Bullrich, cuando ella era parte del gobierno de Macri. Bueno, ese es el espectro. El espectro es gente que, frente a nuestros bienes comunes, los ve justamente como recursos naturales para sacar y seguir sacando para el gran capital.

Y nuestra es que, gane quien gane, vamos a seguir luchando. Van a ser tiempos cada vez más difíciles. También es importante decir que, frente a discursos de tanto antiderecho, hay como una graduación de estos candidatos; no vamos a decir que será exactamente lo mismo, porque hay un negacionismo y un antiderecho total en la figura de Miley. Hay una graduación; pero también pensemos en todo lo que ha pasado en los últimos tiempos y pensemos en cómo vino, por ejemplo, lo de Vaca Muerta, cómo se impuso la explotación de Vaca Muerta con la represión, y eso también sucedió en la época de Cristina. Entonces vemos que realmente la política de Estado sigue siendo esa: el extractivismo, e ir, por supuesto, demoliendo los valores de la democracia.

Por otro lado, los movimientos ambientales siempre diciendo que gane quien gane, vamos a seguir resistiendo. Y apostando a otros modelos de buenos bienes que están en construcción, y son exactamente lo que los gobiernos no quieren que suceda. Así que es para seguir aportando al debate, no solo desde lo discursivo sino desde los hechos de la construcción colectiva.


Para cerrar este espacio, Fernando Mut es militante ambiental y parte de la Multisectorial por los Humedales de la ciudad de Rosario.

Básicamente, podríamos decir que, si bien hay matices y hay algunas diferencias entre los candidatos, hay un punto donde pareciera no haber ninguna grieta, que es justamente en cuanto al extractivismo. Los tres candidatos con posibilidades de pasar al balotagge, de ganar las elecciones, y convertirse en los nuevos presidentes, estarían focalizados en una aceleración de los proyectos extractivistas y una profundización de los mismos. Los tres hablan del litio de Jujuy, los tres tienen el ojo puesto en las tierras de Vaca Muerta, la continuidad del fracking, que parecería ser que es la nueva soja de los próximos años. Y nadie hace un planteo crítico que nos permita pensar en un proyecto con futuro para el planeta y para las próximas generaciones.

En ese sentido, las asambleas se han planteado fuertemente que gane quien gane, la lucha continúa. En esto no hay dudas, y es una idea que viene desde hace bastante, no solo de estas elecciones. Observamos con preocupación, por un lado, cómo los temas ambientales no han estado presentes, y lo poco que parecieran saber los candidatos sobre este tema. ¿Cómo sigue esto? Bueno, básicamente con la resistencia de los pueblos, pero también generando espacios para dar un debate pendiente dentro del movimiento ambientalista que es ¿A dónde vamos a apuntar? ¿Dónde vamos a poner nuestras energías? Porque ya las experiencias de acciones en busca de una ley o en busca de que el estado de algún tipo de respuestas, nos vienen demostrando que ese no sería el mejor camino. Hasta ahora son pocas las cosas que se han logrado por ese lado desde hace ya un par de décadas que se empezó a visibilizar la lucha ambiental. Entonces, ahí hay un debate pendiente y me parece que es el momento. Ya viene siendo hace un año, por lo menos, charlado en distintos grupos, y me parece que los vínculos con el estado y las expectativas en cuanto a las leyes ambientales, habría que volver a ponerlos en discusión.